Tuxtla Gutiérrez, Chis., 30 de marzo.- Pueblos zoques del norte de Chiapas conmemoraron los 37 años de las erupciones del volcán Chichonal con rechazos y protestas a los proyectos extractivos «que depredan y despojan sus territorios, y ponen en riesgo el equilibrio ambiental y la vida» de los pueblos originarios.
Las erupciones del volcán, asentado entre los límites municipales de Francisco León y Chapultenango, iniciadas del 28 de marzo al 4 de abril de 1982, dejaron más de dos mil muertos, desplazaron 22 mil 351 personas de siete municipios y dañaron 37 mil 733 hectáreas de tierras ejidales y privadas.
Como cada año, este fin de mes, pobladores y representantes de comunidades acudieron en procesión a los alrededores del volcán para agradecer a «La Madre Tierra su convivencia y los frutos» que obtienen con su trabajo diario y en armonía con el entorno.
Las actividades conmemorativas reunieron lugareños y más de 500 delegados y representantes comunitarios de la región en el domo del municipio de Chapultenango, donde advirtieron que sus tierras se encuentran amenazadas por los proyectos mineros, petroleros y de aprovechamiento hidráulico.
«Nuevamente pretende llevarse el agua, el petróleo, el oro y la plata», alertaron.
Pueblos zoques de los municipios de Francisco León, Chapultenango, Tecpatan, Ixtacomitán, Juárez, Rayón, Solosuchiapa e Ixhuatán ratificaron su resistencia pacífica en contra de una serie de proyectos extractivos planteados para realizarse en esa región en diferentes fechas y etapas, a partir de 2017 y su conclusión en 2050.
En ese período se considera la apertura de 12 pozos petroleros en 84 mil 500 hectáreas, 11 concesiones mineras en una superficie de 70 mil hectáreas y una central geotérmica sobre 15 mil hectáreas en las inmediaciones del volcán Chichonal.
Los zoques integrados en el Movimiento Indígena del Pueblo Creyente Zoque en Defensa de la Vida y el Territorio (Zodevite) denunciaron que las actividades extractivas contaminan las aguas y mantos freáticos, producen residuos tóxicos, agotamiento, escasez y destrucción de bienes naturales, daños a la fauna y la biodiversidad.
De la misma manera, alteran el cauce y flujo de ríos; impactan tierras de cultivo y la pesca con metales pesados; producen altas concentraciones de químicos que causan diversas enfermedades, varias de ellas mortales; advirtió la activista. Sun