* Más de la Mitad son Obsoletos.
Tapachula, Chiapas; 7 de Julio.- En México hay circulando alrededor de cinco millones de vehículos de procedencia extranjera que esperan desde el 2008 a ser legalizadas y que, al cambio de la administración federal y al vencimiento del decreto que impide la entrada de carros chatarra al país, pudieran inundar a territorio nacional, tal y como ocurre en los países centroamericanos, donde la industria automotriz se ha desplomado.
A principios de la década, un grupo de Diputados federales había solicitado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declarara un acto de inconstitucionalidad las reformas hechas por decreto que se publicaron el 24 de Diciembre del 2008, relativos a la regularización de vehículos de procedencia extranjera.
La justificación de los legisladores fue que desde aquellas fechas se permitía que las unidades de esa naturaleza fueran importadas, pero con la condición de que tuvieran un avalúo en territorio nacional y no en los Estados Unidos.
Al valuar esas unidades en México, los impuestos a pagar por la regularización son casi similares al precio del vehículo, por lo que los propietarios decidieron desde entonces no cumplir con ese requerimiento fiscal y transitar en resistencia civil por todo territorio nacional.
En respuesta, la Suprema Corte contestó a los Diputados que esa situación estaba dentro de sus atribuciones legislativas y que, por tanto, el problema debería ser resuelto desde el Congreso de la Unión, tomando como base que ya existían 16 decretos a favor de los propietarios de los vehículos extranjeros, quienes pagaban impuestos bajos.
Durante varios años se hizo el intento de modificar las leyes en el país para favorecer a los propietarios de esas unidades, pero no prosperó.
La intentonas buscaron afanosamente la importación de las unidades con impuestos bajos, tal y como estaba antes de la reforma del 2008, es decir, que se valuaran en Estados Unidos para que en México se pagara un arancel máximo del 10 por ciento.
Se tiene referencia que cada año en México son introducidos -de manera ilegal- unos 250 mil vehículos de procedencia extranjera, no nuevos, para tratar de ser regularizados. Hace unos 25 años se calculaba que había entre 600 y 700 mil unidades extranjeras ilegales en territorio nacional.
Unos años después, a principios del 2000, la cifra se incrementó a unos 2 millones 500 mil autos “chocolate”, mientras que este 2018 pudiera concluir con un aproximado a seis millones.
De ellos, hay registros que señalan que 2 millones 330 mil corresponden a automóviles sedán; 2 millones 89 mil son camiones ligeros; ciento 11 mil camiones pesados y transporte urbano; cien mil tracto camiones y tres mil 959 autobuses integrales de carga o de pasaje.
Los carros “chocolates” no tienen placas nacionales ni tarjeta de circulación, no pagan ningún tipo de impuesto, se desconoce su procedencia y si el nombre del propietario es real.
Mientras, en algunos Estados las autoridades se han vuelto complacientes con los poseedores de ese tipo de vehículos, en otros han iniciado operativos para detenerlos, porque en realidad son ilegales.
Los ‘Chocolates’ Como Bandera Electoral.
Por su parte, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) señalaron que, en cada época electoral, el tema de regularizar vehículos “chatarra” se vuelve una bandera política para captar votos, y este año no fue la excepción.
Se recordó que en sexenios anteriores se permitió la apertura indiscriminada de vehículos usados procedentes de Estados Unidos -en su mayoría siniestrados e ilegales-, al grado de que el ingreso de los ‘chocolate’ eran 2.5 veces más que la venta reportada por la industria. En el primer semestre de este 2018, la importación equivale a 10.4 por ciento de las ventas totales.
A pesar de las presiones de Gobernadores de Chihuahua, Zacatecas y Tamaulipas para regularizar los autos importados, la Secretaría de Hacienda no ha cejado en flexibilizar las reglas, lo cual es aplaudido por la industria que genera inversiones y empleos en México.
Desde el 2011 y hasta Marzo del 2019 se mantiene vigente un decreto de reglas para la importación de vehículos usados procedentes de Estados Unidos y Canadá. El nuevo proyecto de ley deberá de impulsarse desde ahora.
Este considera aspectos como la seguridad (de que no sean ilegales); el cuidado del medio ambiente (cuya antigüedad debe ser menor a 8 años); que cumpla con certificado de origen y condiciones físico mecánicas.
Los términos actuales del decreto han permitido regular la importación de vehículos, disminuyendo la entrada de unidades chatarra que, entre 2006 y 2008, sobrepasó la venta de unidades nuevas y que para este 2018 se estima representará sólo el 8 por ciento de la venta de automotores, según la AMDA.
Esa Asociación considera que México tiene el potencial de comercializar por arriba de 1.8 millones de vehículos ligeros nuevos al año, sin embargo, el año pasado cerró con la venta de 1.5 millones.
Se calcula que en Chiapas pudiera haber unas 30 mil unidades de ese tipo, circulando con el cobijo de diversas organizaciones sociales o independientes.
En la larga espera del decreto que permita la legalización, un 50 por ciento de los padrones de esos vehículos quedaron obsoletos o terminaron sus días convertidos en chatarras. EL ORBE/Ildefonso Ochoa Argüello