* En Zona Alta de Municipios del Soconusco.
Tapachula, Chiapas; 10 de Mayo.- En las comunidades de la zona alta de los municipios del Soconusco se presenta un grave daño ambiental, toda vez que pobladores y «traficantes de maderas» han devastado superficies grandes de ecosistemas, sin considerar el grave problema ambiental que generan la tala clandestina de árboles, afirmó el Presidente de la Asociación de Agrosilvicultores del Estado de Chiapas, Pablo Tomasini Campocosío.
En comunidades de la zona alta de Unión Juárez y Tapachula existen áreas completamente devastadas a causa de la tala clandestina, y como no existen permisos por parte de las autoridades ambientales para el aprovechamiento de los recursos maderables, las personas lo hacen de manera ilegal.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), ha sido omisa para sancionar a quienes de manera ilegal talan los árboles, ya que supuestamente necesitan de denuncias para poder actuar, por lo que urge que atienda esta problemática, porque los daños ambientales generados tras esta actividad ilícita son graves.
Cuando algún comunero quiere solicitar un permiso para el aprovechamiento de un árbol maderable, dijo, siempre se le niega el permiso, pero aquellas personas o “traficantes” de grandes cantidades de recursos maderables operan sin ningún temor, dejando entrever una colusión con las autoridades o son muy inteligentes para realizar estos delitos ambientales, lo cual no es creíble, porque la devastación de áreas es notoria y no puede pasar desapercibida.
Los taladores no cuentan con los permisos de la Semarnat o la Profepa para el aprovechamiento de los recursos maderables, pero se presume que pasan sobornos a las corporaciones policíacas, pues a pesar de que ser una práctica ilegal, no tienen miedo de derribar los árboles a plena luz del día.
La tala se da en grandes escalas, toda vez que los ecocidas aprovechan los recursos naturales para comercializarlo, entre las especies que han sido devastadas, están Primavera, Cedro, Chiche, Tepemiztle y Palo Blanco.
Las afectaciones son severas, ya que hay zonas donde ya no se tienen barreras naturales porque han derribado todos los árboles sin que haya un programa de manejo o aprovechamiento que permita reforestar tras el aprovechamiento de estos recursos naturales.
Los daños que provoca la tala clandestina al medio ambiente son palpables, porque en algunas zonas donde todos los años llovía de manera abundante, hoy las lluvias ya no caen en tiempo y forma, se ha elevado de manera considerable la temperatura; además, la erosión de los suelos es alta, provocando, incluso, la escasez del vital líquido en algunas comunidades.
“La tala clandestina que se genera en la zona alta hace más susceptible de daños por lluvias a la zona urbana o media, ya que los árboles funcionan como barreras naturales, hay mucha erosión que provoca el azolvamiento de los afluentes y ponen en peligro algunas especies”, sostuvo.
El ecocidio que se da en la zona alta por parte de los pobladores es generado muchas veces por sus condiciones de vida, pues ven con la venta de árboles maderables una oportunidad para tener ingresos, pero no toman en cuenta los daños que provocan a la flora y la fauna de la zona, porque estos quedan desprotegidos y provocan una desestabilidad en el ecosistema, por lo que a partir de que se comenzó con esta actividad clandestina la temperatura en la zona ha aumentado.
Finamente, pidió a las autoridades mayor vigilancia para poder contrarrestar este delito ambiental y sanciones enérgicas para los ecocidas que acaban con los recursos naturales, generando un grave daño al medio ambiente. EL ORBE/ Marvin Bautista.
