Pablo Tomasini, el declarante.
Tapachula, Chiapas; 18 de Agosto.- El desconocimiento del Gobierno Federal al negar el derecho de instalar plantaciones forestales comerciales a la región Soconusco, ha originado el desaprovechamiento de los recursos naturales de manera adecuada a través de una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), y contribuye a la venta ilegal de madera y la deforestaciones de las partes altas de los municipios.
El Presidente de la Asociación de Agrosilvicultores del Estado de Chiapas, Pablo Tomasini Campocosío, indicó que, es importante que las autoridades comprendan que para proteger las selvas, los bosques y la zona serrana, se necesitan políticas públicas de apoyo para las plantaciones forestales comerciales y con ello mantener el equilibrio de los ecosistemas.
Estas plantaciones permite a los productores obtener recursos con el uso legal y adecuado de la madera, y al mismo tiempo ir reponiendo los árboles, que pueden intercalar con las actividades agrícolas como el cultivo de café, y de esta forma permitir un mayor desarrollo en las poblaciones, ya que sin norma, los campesinos de cualquier forma venden sus árboles por necesidad, pero no los reponen.
El Gobierno Federal ha dicho que esta región de Chiapas no es elegible para las plantaciones forestales comerciales, sólo hay 6 municipios que sí pueden, pero en la región de los Altos, lo que se presume como una medida equivocada sobre el manejo del equilibrio del ciclo forestal en la entidad, en el que se debe renovar las plantaciones.
En época de crisis económica y de comercialización para los productores de café, como el que están pasando ahora, sería factible que aprovecharan la venta de sus productos maderable como la Primavera y el Cedro Rojo, para sostenerse económicamente, pero la CONAFOR negó la factibilidad del uso de sus terrenos para las plantaciones forestales.
Para finalizar recordó que, en el primer lustro de este siglo, el Gobierno Federal impulsó el manejo de las plantaciones forestales comerciales sin ningún problema, pero ahora hay una Norma Oficial en donde el Gobierno regula este recurso natural, y exige un manejo de vida silvestre, por lo que muchos productores han optado por comercializar la madera ilegalmente, perjudicando al medio ambiente. EL ORBE/ Marvin Bautista