Tapachula, Chiapas; 10 de Diciembre del 2020.- A pesar de los constantes llamados de las autoridades para que la población adopte las medidas de prevención y evitar el contagio del Coronavirus, miles de personas hacen caso omiso a esas recomendaciones y estropean la buena conducta que practican otros.
Tapachula ha bajado la guaria ante el Covid-19 y eso se ve reflejado en los centros comerciales, bancos, tiendas y antros de vicios donde la gente se aglomera para hacer sus compras o divertirse, aun cuando se ha dicho reiteradamente que todos, sin excepción, deben aplicar la sana distancia, como una de las medidas de prevención ya que no se sabe si alguno de ellos pudiera ser portador del virus.
Muy pocos han tomado con seriedad que el mortal virus sigue rondando en las calles y que los decesos por esa enfermedad continúan en la entidad.
Isema Solís, encargada de un negocio en el centro de la ciudad, afirmó en entrevista para EL ORBE, que la mayoría de los comerciantes acatan las indicaciones de las autoridades, pero resulta que muchos clientes o consumidores no hacen conciencia del mal que pueden provocar al desobedecer las medidas de prevención.
Señaló que ha visto que, en algunos casos, los compradores se aglomeran demasiado y por más que se les diga que se separen, no hacen caso.
Asimismo, mucha gente no usa cubreboca cuando sale a la calle y va de compras; no se aplica gel al ingresar a los negocios y puede ser portador del virus, incluso de manera asintomática y contagiar a su familia.
“Eso de que nos protejamos de cualquier virus, ya es una situación que debemos tener presente siempre, porque ya es cotidiano y, sobre todo, tener la conciencia de que debemos cuidaros nosotros y al mismo tiempo a los demás”, dijo.
Optar por las medidas de prevención no es algo nuevo y ya todos lo sabemos, puntualizó; “ya es una situación que estamos viviendo todos los días. Así que todos debemos tomar conciencia que hay la necesidad de cuidarnos y a nuestras familias, principalmente los niños y los adultos mayores que son los más vulnerables. EL ORBE / Jesús Sánchez Martínez