* Aumentaría Posibilidad de Vida.
Tapachula, Chiapas; 05 de Septiembre del 2022.- Algunos síntomas visibles en la vida cotidiana de las personas podrían ser en realidad una advertencia de que requieren urgentemente un marcapasos, pues su corazón estaría presentando inconsistencias y su vida estaría en peligro.
Jorge Antonio Vázquez Marroquín, director del Centro Cardiológico de Tapachula, ubicado en la Central Sur 74 A, en esta localidad, dijo en entrevista para rotativo EL ORBE, que son dispositivos electrónicos qué sirven para emitir una energía eléctrica que supla la función que la persona tiene desde su nacimiento. Envían cada determinado tiempo una emisión de electricidad que hace funcionar al corazón como si fuera su ritmo nativo.
Dijo que es necesario colocar esos dispositivos cuando la persona sufre de alteraciones del ritmo cardíaco, llamadas bradiarritmias o ritmo de corazón lentos.
«Recordemos que la frecuencia cardíaca normal, es de 60 a 100 latidos por minuto, y los lentos son de abajo de esas cifras, y muy determinante cuan se llega a los 40 latidos. También cuando hay bloqueos, de segundo y tercer grado», comentó al precisar que se deben realizar evaluaciones para determinar qué tipo de problema tiene el paciente para ser candidato a un marcapaso.
Dejó en claro que no hay una edad específica, porque hay pacientes con problemas desde recién nacidos y ya presenta alteraciones en el ritmo cardíaco, lentos o una arritmia severa de bloqueo de segundo grado avanzado, incluso lleva al pacientito a las convulsiones y se confunden como si fuesen crisis, y son tratados al inicio en estas condiciones, hasta que se logra observar en el monitoreo.
Aunque también precisó que la edad va haciendo que nuestro nodo sinusal reciba menos irrigación de la circulación coronaria, y el envejecimiento de ese punto sea el que haga que tengamos latidos más lentos, por lo que dan sintomatología a la colocación de ese instrumento electrónico, «porque entre mayor edad, más posibilidades tenemos de la necesidad de la colocación de marcapasos para seguir una vida activa y cotidiana».
Regularmente los síntomas que se dan cuando ya hay la necesidad del marcapasos son: debilidad, fatiga que antes no se tenía; falta de aire, debilitamiento, incluso cierta desorientación o nubilación en el pensamiento; mareos, desmayos o pérdida de la alerta. En casos severos, convulsiones, que se deben en este caso a frecuencias cardíacas bajas, llamadas crisis de Stoke Adams y que tienen mucha similitud a una epilepsia.
El procedimiento se considera una cirugía. Habitualmente se coloca por abajo de las clavículas derecha o izquierda, si es preferible o se desea; es decir, en el lado donde se es menos dominante. Si es derecho, se pone en el lado izquierdo y viceversa.
Se trata de una pequeña incisión de 3 a 4 centímetros por abajo de la piel y de la fascia muscular. De ahí, por una punción a nivel de la vena subclavia, se coloca el electrodo que va al ventrículo derecho y si es bicameral, otro cable a la aurícula. Se cierra finalmente y se hacen los parámetros electrónicos con una frecuencia cardíaca, al principio de entre 60 a 70 latidos dependiendo la edad y la actividad, para que a los tres meses se programe lo definitivo.
En promedio, después de ello, ya pueden hacer ejercicio normal, incluso montar bicicleta, caminar, trotar, y lo que se habita son los deportes de contacto, como el futbol, karate, box, entre otros, porque pueden golpear la zona donde está la fuente del marcapasos y causar un proceso inflamatorio, un hematoma y alguna alteración. EL ORBE / JC





