*Catequistas dicen que el coronavirus no existe y que es solo psicosis social
Tapachula, Chiapas; 21 de Marzo.- El obispo de la jurisdicción de la Sierra, Soconusco y Frontera Sur de Chiapas, Jaime Calderón, anunció que la Iglesia Católica continuará con sus misas y otros actos religiosos masivos.
Esto, a pesar de la crisis en materia de salud que se vive en el país por la presencia del mortal Coronavirus.
“Les saludo con fortaleza y esperanza en estos tiempos turbulentos que vamos viviendo en medio de la angustia, el nerviosismo y el temor, a causa de la aparición y propagación del virus COVID-19 que, día a día, va convirtiéndose en un problema mayor y más grave”, dijo en un informe.
Reconoció que, a medida que el tiempo pasa y el virus gana terreno, crece también la incertidumbre y la desesperación de la autoridad que tiene como primera tarea la seguridad del pueblo, y el temor de la gente que se siente cada vez más asediada por esa grave emergencia de salud.
“Esta contingencia ha suscitado una infinidad de voces y opiniones que, por momentos, nos asfixian, quitándonos la paz que nos permitiría discernir con tranquilidad qué hacer ante esta situación”, recalcó el prelado al señalar que se reunió con religiosas, con al padre diácono y con los presbíteros que integran la Vicaría de Pastoral, así como con sacerdotes foráneos.
Concluyeron, según dijo, que los sacerdotes, a reserva de la evolución de la emergencia de salud, seguirán celebrando la Eucaristía en domingo y en los otros días de la semana.
Para ello pidió a los sacerdotes que, para las celebraciones Eucarísticas, en la entrada de los templos, haya gel antibacterial a disposición de los fieles que participen de la celebración y observen la distancia de persona a persona que ha indicado la Organización Mundial de la Salud, aunque hasta este sábado no se estaba llevando a cabo en los templos.
Recalcó que el rito de la paz se seguirá haciendo con una inclinación de cabeza y la comunión se recibirá en la mano izquierda, para comulgar con la mano derecha delante del sacerdote que la distribuya; además de que, por razones de higiene, la ofrenda se recibirá al final de la Santa Misa.
Para evitar las aglomeraciones y cuidar la sana distancia, pidió a cada párroco valorar la conveniencia de aumentar el número de celebraciones eucarísticas para que los fieles asistan en menor número a cada celebración y, donde se pueda, que se celebre al aire libre o en lugares despejados.
A los presbíteros les indicó que mantengan abiertos los templos e higiénicamente dispuestos para la adoración diaria frente al Santísimo Sacramento.
“Evitemos todo encuentro pastoral durante el tiempo que dure la contingencia sanitaria: retiros, asambleas, catequesis, viacrucis de los viernes de cuaresma, actos penitenciales, cursos o cualquier otra reunión que ponga en riesgo la salud de las personas”, señaló.
Mientras que las obras de caridad que se realizan de manera ordinaria, como llevar comida a los albergues, hospitales o cárceles, se seguirán realizando.
En el trascurso de la semana hubo molestia en el Santuario Diocesano (La Villita) porque se obligó, sin ninguna restricción de salud, a niños, padres de familia y padrinos a continuar con los cursos preparativos de manera masiva, para la celebración de bautizos, primera comunión, confirmación y otros, programados para la próxima semana.
En esos actos, algunos de los catequistas aseguraron a los presentes que el Coronavirus no existe y que sólo se trata de una psicosis social para afectar al Gobierno en turno.
Luego le dijeron que los feligreses deben de tener fe y que con ello ya estarán protegidos de la supuesta enfermedad, pero se les refutó diciéndoles que, cuáles eran los motivos, entonces, por la cual los sacerdotes estaban entregando las ostias en las manos y se estaba ordenando la suspensión de actividades del personal religioso.
También les hicieron ver que varios menores de edad que habían llegado a ese recinto, presentaban los síntomas del Coronavirus y permitieron que estuvieran entre los asistentes. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello
