Como ocurre en las películas de James Bond, a lo mejor Interpol no estaba buscando bien, porque al parecer, en los últimos meses, Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex requerido en México por presuntos sobornos de 10 millones de Dólares de la constructora brasileña Odebrecht, se la pasaba de lujo en la Costa del Sol española, una exclusiva zona que a lo largo del tiempo se ha distinguido por atraer al jet set y lo más granado del crimen organizado internacional, desde contrabandistas de armas árabes, narcotraficantes colombianos, mafiosos europeos y hasta lavadores de dinero de origen ibérico.
Toalla y bronceador en mano, El Foco abre su archivo y hojea el expediente titulado Marbella, Estepona, Puerto Banús, La Zagaleta y anexas para confirmar que en años recientes, por el litoral mediterráneo, desfilaron personajes como Jesús Gil, expresidente del Atlético de Madrid y alcalde marbellí que, en su afán de reelegirse y seguir cobrando sobornos por violar el uso de suelo, creó su propio partido, el Grupo Independiente Liberal (GIL), lo mismo que Los Marranella, un clan de la camorra italiana, así como Lasha Barateli, El Gusano, capo del hampa rusa.
Ya bien instalado en la tumbona, caña en mano, El Foco subraya los párrafos dedicados al rey Fahd de Arabia Saudita: cuando aterrizaba en Marbella en su enorme Boeing 747, acompañado de la corte para disfrutar el verano, las numerosas chicas malas de Europa Oriental y Sudamérica se frotaban las manos, porque sabían que era el momento de hacer su agosto en aquellos lares de la antigua Al Andalus…
Ahí estaba Lozoya. Entre sus vecinos también tenía pensionados escandinavos ávidos de sol y playa, aunque no se jubilaron en Pemex. Sun
Lozoya Vivía con Lujos Antes de ser Capturado en España
