“Por qué cuidarnos del Covid, todos nos vamos a morir de algo” (gente irresponsable)
La Peste Destructora
Oscar D. Ballinas Lezama
Hoy, llegamos a la mitad del año de los muertos, de los días más oscuros que vive gran parte del planeta, de los tiempos en que un virus abrió las puertas del infierno y le niega una oportunidad de renacer a la humanidad, la que busca desesperadamente levantarse de entre sus cenizas como el ave fénix.
Abrumados por la falta de dinero para sobrevivir, millones de mexicanos empujaron al Gobierno a decretar el total desconfinamiento, así como la apertura de todos los negocios o empresas no esenciales, bajo el argumento de haberse domado la pandemia y tener listos los semáforos naranjas que dan paso a la nueva normalidad.
Entidades como Tamaulipas, que también echaron las campanas al vuelo y pusieron sus semáforos en naranja, acaban de regresar a un estado de alerta con semáforos rojos; al parecer la estrategia del desconfinamiento no dio resultados, los muertos y contagiados aumentaron debido a que la mayor parte de la gente no acata las medidas preventivas contra el mortal virus, en el pecado han llevado la penitencia.
Expertos en salud en el mundo, coinciden en la difícil que será encontrar una vacuna contra el Covid-19, añadiendo que en caso de que logren hacerlo será casi imposible que ésta tenga el cien por ciento de efectividad, con lo que no dan grandes esperanzas y marcan el camino a la sociedad para que vaya adaptándose a convivir con esta peste, al igual que lo ha hecho con el sida y el cáncer, entre otras.
Chiapas es un Estado que ‘se cuece aparte’, debido a su situación geográfica como frontera sur de México, la Federación lo ha colocado durante décadas en un olvido grosero y se mantiene entre las entidades más pobres y marginadas, al grado de tratarlo como el ‘patio trasero de este país’, su lucha contra la pandemia es un verdadero viacrucis.
El Soconusco fue por muchos años un corredor de paso para indocumentados, hoy, se ha convertido en una zona receptora de miles de estas personas que por omisión del Gobierno Federal se quedaron varadas desde hace dos años en Tapachula; carecen de trabajo (ni para los locales hay), vivienda y servicios médicos, tampoco existe control con un cerco sanitario sobre ellos, el Coronavirus los ha convertido en una bomba de tiempo que no tarda en explotar y hará que el pueblo tapachulteco pague los platos rotos (como siempre).
El gobernador Rutilio Escandón Cadenas, es un chiapaneco que no arrea banderas y está poniendo su mejor esfuerzo para ‘sacar el buey de la barranca; mantiene una feroz batalla contra el enemigo invisible del Coronavirus, pidiendo constantemente la comprensión y ayuda de la población que por ignorancia o por irresponsabilidad, se niega a cumplir con las medidas de prevención contra el mortal virus.
Hoy o mañana, podría iniciar en forma oficial el desconfinamiento completo en esta entidad, lo que permitirá la apertura de todas las empresas y comercios, incluyendo los no esenciales; los expertos en salud profetizan que esto será un arma de doble filo, el número de contagios y muertos siguen aumentado ante la necesidad e irresponsabilidad de miles de personas, que se niegan a acatan las medidas de prevención impuestas por el Sector Salud.
El Gobernador ha implementado otra estrategia para tratar de contener el impacto del virus, iniciando a partir de ayer lunes una estrategia de casa por casa en búsqueda intencional de los posibles infectados por el Covid, lo que se antoja una misión imposible por la cantidad de brigadas que tendrán que utilizar las autoridades de salud, aunado a la gran irresponsabilidad de mucha gente que piensa ’que de algo se van a morir’.
Las personas no entienden, carecen de la cultura necesaria para comprender que no solamente ponen en riesgo sus vidas, sino también la de miles de inocentes; los irresponsables no esperaron la fecha oficial para salir del desconfinamiento, días antes salieron desbocados hacia las calles, los centros de abasto, cantinas, discotecas y lugares de diversión, haciendo de cuenta que aquí no está pasando nada e insistiendo, que de todos modos ‘de algo se van a morir’.
Nadie duda que con esta actitud valemadrista e irresponsable de la gente que está viendo la tormenta y no se hinca, de poco o nada servirá el esfuerzo que hace el Gobierno de Chiapas a través de sus autoridades de salud, la cifra de muertos y contagiados seguirá subiendo; Chiapas puede convertirse en un enorme cementerio, donde las familias no cesarán de llorar por el dolor de sus familiares y amigos que se enfermarán o perderán la vida.
Por favor, quédate en casa si puedes, ponte el cubrebocas y guarda la sana distancia, si sales. Hazlo por ti, tu familia y los demás. No seamos insensatos jalándole la cola al tigre. Dios nos guíe y proteja ante esta peste destructora.