“Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros” (1ª. de Corintios 12:25)
La Voz de Dios
Oscar D. Ballinas Lezama
Este año, debido a la pandemia, las fiestas guadalupanas se celebrarán sin peregrinaciones, solamente habrá misas todos los días con un cupo de 200 personas como máximo y bajo los estrictos controles sanitarios, dijo el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón.
Reconoció que el Estado de Chiapas, según las autoridades de Salud, se mantiene con el semáforo sanitario color verde ante la pandemia del Coronavirus, sin embargo, en la realidad mira como el dolor de la enfermedad y de la muerte siguen golpeando a nuestras familias, afirmó el prelado.
Ante este problema sanitario, es muy importante la participación de la sociedad civil, que son momentos cruciales en los que cada ciudadano debería poner su granito de arena para salvaguardarse del Covid-19, “terminemos el año esforzándonos por cuidar la salud y por disminuir la curva de contagios; es importante tratar de evitar salir de viaje a lugares en donde sabemos que la situación es crítica, pidamos a nuestros familiares que viven en zonas de alto riesgo, que solo por este año nos unamos a la distancia”, enfatizó el representante de la iglesia católica.
Más allá de las tradiciones y religiones de los pueblos, es importante tomar en consideración que el mortal virus de la pandemia no se ha ido, está en todas partes del mundo causando una histórica crisis sanitaria y económica, que, hasta ahora, sigue teniendo contra la pared a la humanidad.
Ante este panorama nada halagador para la salud y la vida de los mexicanos, las máximas autoridades de la Iglesia Católica en la Ciudad de México dieron a conocer que los días de festividades a la Virgen de Guadalupe quedaban suspendidas, sin embargo, el Obispo de Tapachula ha decidido ‘jalarle la cola al diablo’ y permitirá con la anuencia de las autoridades de salud, que se realicen misas presenciales diariamente (del 1º al 12 de Diciembre) en la Villita de Guadalupe, sabiendo que el horno no está para bollos y en el pecado los feligreses pueden llevar la penitencia.
Invitar a sus fieles a presenciar el acto litúrgico a través de la página oficial de Facebook de la Villita es una buena e inteligente medida que, sin embargo, se trastoca con la apertura de las puertas de esa iglesia para tener un aforo presencial de 200 personas, que es un mundo de gente en riesgo de contagiarse; para qué buscarle tres pies al gato teniendo cuatro. Será muy difícil contener a los feligreses y los vendedores ambulantes, si no, al tiempo.
Entendemos que son tiempos de orar y rezar, en esta guerra que se tiene contra un enemigo invisible y poderoso, que es necesario ponerse la armadura de Dios para resistir los días malos y estar firmes hasta que todo termine; escrito está que esta lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, gobernadores de las tinieblas y huestes de maldad. Quien tenga ojos para ver, que vea; quien tenga oídos para oír, que oiga.
Sin embargo, no hay que tentar al diablo y ponerle de ‘a pechito’ a los creyentes, llevándolos como ovejas al matadero; ojalá que el Obispo de Tapachula reconsidere no hacer las misas presenciales, dejando que estas solamente se realicen por internet y que la grey católica, aporte su diezmo o limosna en alguna cuenta bancaria que la iglesia les indique.
México ya supera el millón 100 mil personas contagiadas de Coronavirus, así como más de 105 mil muertos por esta pandemia que no sabe de los colores de semáforos sanitarios y las voluntades políticas, esta peste apocalíptica no está dejando títere con cabeza; en el gobierno de Chiapas, de las pocas entidades que ha logrado mantenerse a la baja con los casos de infecciones de Covid, el Ejecutivo Estatal no deja de machacar que nadie debe bajar la guardia.
En otras cosas, vecinos del sector nororiente de Tapachula, han solicitado en diversas ocasiones el apoyo del Sector Salud para que fumiguen esa zona y pongan abaticen los tanques y, pozos y otros lugares convertidos en criaderos de zancudos, sin embargo, la respuesta ha sido la misma: no hay insumos para hacerlo.
Bastante tenemos con la pandemia del Coronavirus, el aumento de enfermedades venéreas como el Sida, debido al descontrol sanitario de los tres niveles de Gobierno que no pueden o no quieren resolver el problema de cientos de migrantes indocumentados que, por la falta de empleos, ejercen la prostitución en los cientos de bares, cantinas, discotecas, calles, avenidas y el propio centro de la ciudad.
Sin las fumigaciones ni la abatización crece el problema de los infectados por el mosco que provoca Dengue, Zika y Chikungunya; mientras las autoridades de Salud se cruzan de brazos bajo el argumento que no hay abate, ni otros insumos para fumigar, así como tampoco vehículos y personal suficiente. De ese pelo está el problema en la región del Soconusco y todo mundo se echa la bolita de la culpa.
Nos llegan informes de Mazatán, en donde más de una veintena de aspirantes a suplir al ‘príncipe de los huesos’, andan desbocados y careciendo del perfil para ser buenos administradores de los dineros del pueblo mazateco. Por cierto, en estos días el Alcalde en turno casi se agarra a golpes con algunos pobladores de la tierra de las iguanas, quienes le exigen seguridad, así como el cumplimiento de las obras pendientes que prometió en su campaña. Se olvidó que la voz del pueblo es la voz de Dios (Vox populi, vox Dei).
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