* AFIRMAN SECTORES PRODUCTIVOS DE LA CIUDAD, QUE LOS INDOCUMENTADOS NO TIENEN NINGÚN RESPETO HACIA LAS AUTORIDADES Y LAS LEYES MEXICANAS.
Tapachula, Chiapas; 18 de Agosto del 2022.- «Si los organismos de derechos humanos quieren mucho a los migrantes, pues entonces que se los lleven a sus casas, oficinas o a alguna de sus propiedades, ya que la población ya no quiere saber más de esa gente, que solo han llegado a causar problemas, incluso de inseguridad, de mala imagen, y sobre todo, con actitudes violentas».
De esa forma se expresó Raúl Osorio Aguilar, comerciante del centro de la Ciudad, quien en entrevista con rotativo EL ORBE insistió en el malestar general en contra de los indocumentados, «ya que ni siquiera se les puede ofrecer comida, en virtud de que no comen frijoles, hierbas como el chipilín, la hierbamora o las calabacitas, ya que ellos quieren puro filete de res».
En cuanto a su comportamiento, dijo, definitivamente no tienen ningún respeto hacia las autoridades y las leyes, mucho menos hacia la población, razón por la cual se han ganado el repudio generalizado.
Por esa razón, comentó que lo mejor sería que las oficinas de Regulación Migratoria como la Comar, sea reubicada a las antiguas oficinas de la Secretaría del Campo, en las inmediaciones de Tapachula porque con esa medida se evitaría el desorden que generan y por el temor que provocan en la población con su actitud violenta, además de que sería mejor para ellos, porque tendrían un espacio digno para ser atendidos y no en las calles.
Según su apreciación, la presencia de estas personas en los parques y calles del centro de la Ciudad genera un mal aspecto, puesto que la gente y los turistas ya no quieren realizar sus compras en esos sectores por temor a ser víctimas de la delincuencia o de agresiones, como ya ha ocurrido.
Cuestionó que cómo es posible que Derechos Humanos defienda más a los migrantes que a los propios chipanecos, «porque esos extranjeros son intocables y por ello hacen lo que se les pegue la gana, bloqueando calles y realizando marchas a la hora que ellos quieren». EL ORBE / Nelson Bautista