“La campaña electoral de las corcholatas de morena, para el 2024, está en todo su apogeo; convirtieron al INE en florero”. (Pueblo bueno y sabio)
¡Ave César!
Oscar D. Ballinas Lezama
“No somos iguales a los gobiernos neoliberales”, manifiesta a cada rato en sus discursos o spots que desde hace días, envía a sus conciudadanos el presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador.
Para nadie es secreto que el Ejecutivo Federal rendirá su cuarto Informe de Gobierno el próximo día primero de Septiembre, sin embargo, su administración ha iniciado un bombardeo mediático en varios medios para hace alarde de sus obras realizadas en lo que lleva de su Gobierno, dejando atrás la cacaraqueada austeridad franciscana.
El presidente López Obrador menciona insistentemente una de sus magnas obras conocida como el aeropuerto “Felipe Ángeles”, afirmando que este logro de la cuarta transformación, sólo es criticado por los neoliberales y traidores a la patria.
Afirmó que anteriormente a su Gobierno las pensiones ‘jugosas’ solo eran para los Expresidentes y altos funcionarios públicos, sin embargo, ahora ha logrado que ese apoyo sea para todos los adultos mayores, logrando de esta manera que los beneficiados no sean solamente los Expresidentes y exfuncionarios, quienes recibían pensiones millonarias y además se fueron como el Jibarito, “con su cargamento locos de contento”.
López Obrador está muy ‘echado para adelante’ y sigue ignorando las críticas de quienes él (AMLO), sindica como neoliberales y traidores a la patria; en medio de estas vorágines políticas está muy orgulloso de su trabajo, principalmente del combate a la corrupción, la construcción del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles y la integración de la Guardia Nacional al Ejército Mexicano.
El informe presidencial se tiene contemplado hacer en Palacio Nacional, donde únicamente serán invitados Gobernadores, Alcaldes, miembros del gabinete, funcionarios de alto rango y legisladores de Morena, quizás algún otro de la oposición que consideren será respetuoso del protocolo de la pleitesía.
Con esta estrategia el Estado Mayor Presidencial (o como se llame ahora) tratará de controlar cualquier desaguisado, pues de hacerlo frente pueblo en el balcón del Palacio Nacional podría provocar que algunos ciudadanos manifestaran sus protestas por cualquier desacuerdo, principalmente en el tema de la inseguridad, la falta de fuentes de trabajo, así como el aumento en los precios de productos y servicios, que son algunos de los temas en lo que este Gobierno no ha dado ‘pie con bola’.
Según algunos analistas de la política, otro de los argumentos para rendir el informe en una ‘encerrona’ dentro del Palacio Nacional, será para evitar gastos innecesarios y superfluos que difieran de la política de austeridad franciscana, convocada por el Ejecutivo Federal, sino que también sería seguir atentando (como lo hicieron sus antecesores los neoliberales) contra la pobreza en que viven millones de mexicanos.
Ojalá en este cuarto Informe el Presidente de la República diera a conocer las cifras reales de los gastos en programas y obras, así como la inversión que se ha hecho hasta ahora, en la adquisición de vacunas contra el Covid, dejando atrás el gastado argumento de la ‘seguridad nacional’, como pretexto para no hacer cuentas claras.
A menos de dos años para que el presidente López Obrador deje el espacio de la silla del águila y el enorme compromiso a su sucesor, para seguir impulsando el proyecto de la Cuarta Transformación, el ‘hijo pródigo de Macuspana’ está preocupado por mover los hilos de la política y hacerle camino a quien más comulgue con su manera de pensar y le siga guardando lealtad absoluta.
Los astros de la política aún no se acomodan en forma definitiva, hay señales fuertes que parecieran ya definir el rumbo de quien lo suceda; en política nada está escrito, habrá que esperar lo que definan los legisladores en los primeros días de Septiembre cuando elijan a sus dirigentes de bancadas, lo que mostrará un mejor panorama del ajedrez político nacional.
Por lo pronto, siguen los tiempos de nubarrones y ‘cajas chinas’ para seguir distrayendo al pueblo ‘bueno y sabio’. Quienes creyeron que Roma se hizo en un día hoy se dan cuenta que ‘el gran gurú, el Mesías, el hombre que algunos llegaron a ver como un semidiós, no es más que un simple mortal con virtudes y defectos; un hombre que parece haber soñado con un país mejor, sin embargo, no ha podido sacar todos los demonios de la política mexicana y terminó enredándose con ellos.
Conociendo el espíritu de los mexicanos que conforman una sociedad compuesta por una mayoría de ciudadanos conformistas, fiesteros, coheteros, bicicleteros, lo más seguro es que con la celebración de las fiestas patrias y el espectáculo circense del desfile militar del 16 de Septiembre, todo mundo siga en esa borrachera del valemadrismo. ¡Ave César!
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