Ciudad de México, 12 de Abril.-Cinco minutos fueron suficientes para que Tigres pasara de la tristeza a la euforia en la cancha del estadio Universitario, mostrando un gran orgullo que le permitió en pleno clásico regio venir de atrás y llevarse el triunfo (2-1) sobre Rayados de Monterrey
Luego de un primer tiempo aburrido y con pocas oportunidades de peligro en las porterías, ambos equipos salieron con una mentalidad diferente para el complemento. Ese cambio de actitud permitió al visitante lanzarse al frente y encontrar, ante una imprudencia de Diego Lainez, un penalti que dio el primer gol del partido, luego de la definición de Sergio Ramos, quien superó el juego psicológico de Nahuel Guzmán (50’).
Con la apertura del marcador, el juego empezó a ser más violento, causando daño en ambos equipos, que vieron a jugadores e integrantes del cuerpo técnico salir expulsados. Tigres se quedó con 10, Rayados, con nueve hombres.
Con el tiempo cumplido los felinos encontraron la anotación del empate, luego de un cobro de Sebastián Córdova. El mexicano aprovechó el pésimo actuar de la barrera para dejar sin oportunidad a Esteban Andrada (90’).
El gol del empate provocó la locura en El Volcán, que alentó a sus Tigres a ir por el triunfo hasta el silbatazo final, encontrándolo con un estupendo remate con la cabeza de Nicolás Ibáñez (95’). Un final de locura. Sun