miércoles, abril 24, 2024
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ALFIL NEGRO

No todo el que me dice Señor, Señor; entrará al reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mateo 7:21)

Con Dios y con el Diablo
Oscar D. Ballinas Lezama

Ayer en el surponiente de la ciudad, la Universidad de Chiapas entregó certificados a hombres y mujeres que han demostrado tener el conocimiento teológico para pastorear en las iglesias evangélicas; con ello, se pretende que ya no haya ciegos guiando a otros ciegos, porque al final todos caerían en el abismo espiritual.
Gamaliel Fierros, presidente de la Asociación de Pastores Evangélicos de Tapachula, acompañado por el Rector de la Universidad de Chiapas, hicieron la entrega de las certificaciones correspondientes a hombres y mujeres que tienen la misión de evangelizar al llamado ‘pueblo de Dios’ en el Soconusco.
Y hacen bien los predicadores en prepararse para poder combatir a las huestes del mal; sabiendo que escrito está en el libro de libros, que la lucha verdadera que la humanidad está librando no es contra carne y hueso, sino contra las potestades del mal; por lo que es importante tener una preparación espiritual y seguir al pie de la letra las reglas de la moralidad que les exige la palabra del Dios al que dicen servir.
Para nadie es secreto que en las últimas décadas se ha incrementado la apostasía; hay quienes llenos de soberbia se jactan que en el nombre de Dios echan afuera los demonios, amén de hacer milagros envueltos en el ‘espíritu santo’; son personas vestidas con piel de oveja, pero por dentro son como lobos rapaces, charlatanes religiosos huecos del alma que han hecho de la fe un mercado, tienen apariencia de piedad sin que realmente la practican, remarcando lo que escrito está sobre los postreros días en que vendrían tiempos peligrosos.
Pastores y sacerdotes reformistas aceptan que una gran mayoría de la sociedad actual ha puesto a Dios dentro del closet para justificar una conducta depravada; en la misma iglesia se ven casos de codicia que han hecho caer a muchos de los denominados ‘siervos de Dios’, atrapados por el diablo que les pone enfrente al dios del dinero.
El mensaje de una gran cantidad de hombres y mujeres que lideran las iglesias, es que están dejando atrás el objetivo principal de la evangelización y lo han convertido en un discurso político y conveniente a sus intereses personales; convirtiendo sus iglesias en trampolines para participar en política y aspirar a cargos de elección popular, tratando de servir a Dios y al diablo.
Ojalá que las certificaciones que desde ayer empezaron a darse a los pastores evangélicos, no vaya a ser únicamente para llenarse de soberbia y aprovecharse de la ignorancia o la necesidad espiritual y económica de sus ovejas; no deben pasar por alto que ningún papel borra sus pecados; quien diga que no es pecador, comete dos grandes pecados; la mentira y el orgullo.
La iglesia evangélica no debe caer en la misma trampa demoniaca que otras, vendiendo las bendiciones para que el pecador obtenga el perdón; ni usar el disfraz de textos bíblicos para obtener el diezmo y la llamada ofrenda, que muchas veces lastiman la precaria economía del creyente.
La gente ya no quiere saber de esos falsos profetas o ambiciosos pastores, como tampoco quiere saber nada de la ‘bola’ de politiqueros sinvergüenzas y ladrones, que no se conforman con robarle al pueblo imponiéndole toda clase de impuestos y creando u reformas que en nada benefician a la gente, sobre todo a los más pobres.
La Biblia profetizó que ‘por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriaría’; sin embargo hombres y mujeres del pueblo de Dios se llenan la boca hablando acerca del amor de Cristo, no obstante, la gran mayoría no pone en práctica lo que predican sobre que hay que amar a Dios y al prójimo como a uno mismo.
Hasta ahora, las iglesias evangélicas han demostrado una división feroz, aunque hablan de la reformas de Martín Lutero se hacen de la vista gorda y siguen encasillados en sus viejas prácticas doctrinales; han sido sordos a la voz de Dios que le habla al pueblo con los terremotos, los huracanes, las guerras, las enfermedades, la violencia y el desamor que actualmente está destruyendo el corazón de la humanidad, pero nadie parece querer entender y viendo la tormenta nadie quiere hincarse.
Como diría un pastor al comentar sobre el problema de la desunión de las iglesias, ”Dios no ha detectado una genuina unidad, el espíritu santo no se mueve porque no existe una unidad verdadera”, prevalece la hipocresía y el supuesto amor a los semejantes, es sólo de ‘dientes para afuera’.
Los días 14 y 15 de este mes en la iglesia Bethel, ubicada en la 15 Norte número 44-A, el pastor ecuatoriano Víctor Chong dará un seminario teológico que iniciará a las cinco, según informó la pastora Graciela Valdés.

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