“Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu” (2ª. Corintios 7:1)
Fea Contaminación
Oscar D. Ballinas Lezama
Verifican 248 plantas purificadoras de agua en la capital chiapaneca con la finalidad de que cumplan con las disposiciones sanitarias necesarias, a fin de que no constituyan un riesgo para la salud de la población.
La Secretaría de Salud dio a conocer que se busca que estas plantas purificadoras se apeguen a la normatividad sanitaria vigente, la que les regula el proceso de elaboración, envasado, empaque y distribución, amén de que cuenten con el aviso de funcionamiento correspondiente.
Bajo esta lupa de vigilancia, la SSA ha logrado suspender a 26 negociaciones que se dedican a la venta de agua purificada en la capital chiapaneca, comprobando que no existen las condiciones higiénicas en las áreas de llenado de garrafones y lavado de los mismos, además de carecer de un control adecuado de los procesos y programas de muestreo.
A contrapelo de lo que la Secretaría de Salud hace en Tuxtla Gutiérrez, en la zona del Soconusco y en especial en Tapachula, no se tiene conocimiento de acciones parecidas para checar las condiciones sanitarias de este tipo de negocios y otros, en donde es necesario que la Jurisdicción Sanitaria haga su chamba.
Para nadie es secreto el incremento de las enfermedades gastrointestinales en el Soconusco; sobre todo, ahora que el titular de esa dependencia de salud en la Perla del Soconusco ha hecho compromisos políticos para ser candidato nuevamente a la Presidencia Municipal de su natal Tuxtla Chico.
Tapachula, al igual que otros municipios del Soconusco en la franja fronteriza, son regiones vulnerables a diversas enfermedades y epidemias, sobre todo por la falta de higiene en los negocios donde se vende agua en garrafón, aguas ‘frescas’, comida, etcétera, que aunado al calor sofocante, que es casi permanente en toda esta zona, son caldo de cultivo de la Salmonella, Zika, Chikungunya, Dengue, Paludismo, Tuberculosis y Sida, entre otras pandemias.
Se carece de un control total con quienes expenden agua purificada, las pocas veces que se ha realizado alguna verificación en esas empresas, presuntamente la mayoría (al parecer sólo una pasó de panzazo el examen) resultaron con bacterias, que causan enfermedades diversas en el organismo humano.
La Jurisdicción Sanitaria Número VII, no ha informado a la sociedad soconusquense los motivos por los cuales se supone que no se realiza a cabalidad esa inspección sanitaria real en los restaurantes, botaneros, vendedores de aguas frescas, antojitos en las calles, así como en los negocios que se han instalado sobre las banquetas (cenadurías y pequeñas fondas con venta de comida o tortas), que al parecer carecen de control sanitario alguno.
Hace unos dos años atrás, funcionarios de la Jurisdicción argumentaban que por carecer de personal suficiente y profesional para realizar este tipo de verificación de sanidad, le era imposible poder cumplir con dicha obligación, sin embargo, la sociedad no está conforme con ese abandono de la SSA, que pone a cada habitantes del Soconusco al filo de las pandemias.
Actualmente, se desconoce cuáles son los pretextos que esa institución a través de la Jurisdicción Sanitaria, que por cierto parece ser que también extiende los permisos para aperturas de cantinas y toda clase de antros, en donde se fomenta el vicio del alcoholismos; la costa del Soconusco ha tenido un aumento grosero en la creación de empresas del giro rojo, al grado que en las diversas ciudades y poblados de esta frontera del sur de México esta clase de negocios abundan como las ratas y cucarachas.
Obreros, burócratas, campesinos y estudiantes son los más perjudicados con el exceso de cantinas y antros con venta de alcohol y botaneros sin control sanitario alguno; lo que conlleva a perjudicar no solamente la salud de quienes consumen bebidas embriagantes, sino que perjudica también a quienes toman agua ‘purificada’ o refrescos de frutas regionales, que mucha veces son preparados hasta con agua de la llave del tubo.
Otras víctimas de esta falta de control sanitario son aquellos que compran alimentos en fondas o restaurantes que carecen de la higiene más elemental, incluyendo los botaneros en donde es necesario tener un control del estado de salud de las cocineras, meseras o meseros, quienes pueden contagiar al consumidor.
Por otro lado, el Sector Salud que comanda la Jurisdicción en esta región, presuntamente sigue poniendo en riesgo la salud de quienes inhalan el malathion, que en forma criminal rocían en las calles y avenidas de ciudades y poblaciones, con el pretexto de atacar los moscos que inoculan enfermedades como el Dengue, Zika y Chikungunya.
Sin embargo, por un lado estas enfermedades no han sido erradicadas y por otro, la Organización Mundial de la Salud jura y perjura que este pesticida es perjudicial para el ser humano, porque puede producir cáncer y no hay que pasar desapercibido que el Soconusco es una de las regiones a nivel nacional entre los primeros lugares de cáncer en la sangre, lo que ha provocado infinidad de muertes.