Aguas Malas
Oscar D. Ballinas Lezama
El problema de la contaminación del agua en el Soconusco causa efectos negativos en la salud de la población consumidora, ya que desafortunadamente la mayoría de los municipios de esta región carecen de plantas potabilizadoras que cumplan con ese requisito y no solo se concreten a clorar el preciado líquido.
Tapachula ha sufrido por décadas la construcción de una planta potabilizadora, además de la rehabilitación completa de la tubería conductora del agua que surte a más de 400 mil habitantes, más los que se van acumulando con la llegada de los centroamericanos que deciden quedarse a vivir en este municipio.
La inoperatividad de la mayoría de los pozos que en otros tiempos ayudaban en el abastecimiento de agua en las colonias aledañas al centro de lo que un día se llamó pomposamente, la Perla del Soconusco, es también otro impedimento que ha tenido para llenar las necesidades de los habitantes, el mal llamado Comité de Agua Potable y Alcantarillado.
Para nadie es secreto que la actual planta potabilizadora funciona porque Dios es grande, ya que al parecer tiene un sistema arcaico y quienes la operan deben hacer malabarismos para surtirles de agua a los consumidores, aunque sea tandeada y contaminada por los tramos rotos de tubería en donde penetran al sistema todo tipo de bacterias, las que terminan dañando la salud de quienes se lavan la boca o se bañan con este líquido vendido como potabilizado.
Hace algunos años, un Exgobernador chiapaneco cacaraqueó haber autorizado 400 millones de Pesos para construir una planta potabilizadora moderna en Tapachula, sin embargo, al pasar el tiempo los tapachultecos no vieron nada claro, y cuando le reclamaron, le echó la bolita al entonces inquilino del Palacio de Cristal en ese sexenio, quien se quedó mudo, ciego y paralítico.
Por cierto, ese mismo Exgobernador que fue denunciado por desaparecer más de 40 millones de Pesos y que ahora se está ‘promocionando’ en las redes sociales, argumenta que en su administración sólo quedaron pendientes 11 millones de Pesos y el resto sirvieron para la obra pública, dice.
El caso es que la actual potabilizadora que parece estar más vieja que Matusalén, sigue operando y si al caso, las administraciones pasadas únicamente le dieron su ‘manita de gato sin resolver a fondo el problema, que de entrada se carece de un área de recepción o toma directa del río Coatán, por lo que utilizan el servicio que le da la CFE y se lo corta a la hora que se le pega la gana sin importarle dejar si agua a la población.
Para nadie es secreto que las fechas de estiaje todos los ríos de la Costa chiapaneca se ven afectados por la falta de lluvias, consecuentemente los municipios sufren la falta de agua rodada, que al menos les sirve para bañarse, lavar su ropa y asearse la boca, sin embargo, nadie puede consumirla sin temor a sufrir de alguna enfermedad gastrointestinal.
El agua de estos afluentes sólo puede captarse en las zonas altas, ya que cerca de los poblados o ciudades, así como en la parte sur de estas, donde la contaminación es sumamente grave debido a las aguas negras, basura, animales muertos, herbicidas y pesticidas usados en las fumigaciones de plantaciones.
Al menos en Tapachula ha habido propuestas para construir colectores y emisores en ambas márgenes de los ríos Coatán, Coatancito, Texcuyuapan y Cahoacán, así como hacer dos plantas de tratamientos de aguas residuales, además de las que al parecer existen y no funcionan a toda su capacidad al suroriente de la ciudad.
Para lograr el rescate de los afluentes de la Costa es necesario que trabajen coordinados las tres instancias de Gobierno, apuntalados por los legisladores invisibles de esta región, quienes hasta ahora continúan sin desquitar su jugoso salario y según los soconusquenses, estos legisladores que se sacaron la lotería sin comprar cachito, no han servido ni para tiro de escopeta.
En otras cosas, el Gobierno Federal enfrenta una tormenta política con el paro magisterial en Michoacán, huelga de trabajadores de la industria textil en Tamaulipas, los huachicoleros en varios Estados del centro del país que provocó desabasto de gasolinas en esos lugares, y el aumento de los migrantes centroamericanos que prácticamente están invadiendo México; el dueño de la ‘silla del águila’, como viejo lobo de mar, va a tener que elevar velas con el viento en contra y encauzar el rumbo de la gran nave nacional para llegar a puerto seguro.
Lo positivo de los primeros movimientos del ajedrez político nacional es que el combate a la corrupción parece ir muy en serio; ojalá que todo salga bien y sea la mayoría de los mexicanos quienes se beneficien.