Justicia Injusta
Oscar D. Ballinas Lezama
“Como mujeres tenemos aún que enfrentar un sistema de justicia corrupto, misógino, machista y patriarcal, que siente tener el derecho de cobrar libertades y condicionar la justicia, donde nuestra voz se merma ante los atacantes o por una moneda de cambio”, dijo, Viridiana Figueroa, una de las panelistas en la presentación del libro En Legítima Defensa.
Mencionó que las mujeres tienen un rol en la sociedad en el que son sistematizadas y violentadas, por lo que ser mujer es un reto en una sociedad machista, en la que están obligadas a apoyarse mutuamente para que verdaderamente se les reconozca sus derechos, pues hasta ahora todo ha sido de dientes para afuera.
“Es necesario darle un nuevo rostro al sistema jurídico, nos urge dar la gran batalla contra la violencia machista y el sistema penal, considerando que lo más importante después de la vida es nuestra libertad, la que muchas veces nos es cortada aún siendo inocentes, como en el caso que nos presentan en el libro ‘Legítima defensa’, sin que las autoridades ni las instituciones nos apoyen”, enfatizó la también abogada tapachulteca.
Finalizó diciendo que las autoridades judiciales revictimizan a las mujeres, cuando éstas buscan justicia y no la encuentran ni en las funcionarias del Poder Judicial, quienes olvidan que en cualquier momento ellas podrían también ser víctimas del mismo dolor.
Yadira Martínez, otra de las presentadoras de la obra literaria, reconoció que falta mucho por hacer para detener esa avalancha de violencia en contra de las mujeres, no obstante la existencia de leyes locales, nacionales e internacionales para protegerlas, estas no se aplican y la mayoría de los funcionarios públicos las ignoran, puntualizó la integrante de una asociación que lucha por la defensa de las mujeres en el Soconusco.
“Nos damos cuenta que no se llevan a cabo los protocolos para una defensa jurídica adecuada, sobre todo cuando se trata de mujeres víctimas de delitos sexuales, hay casos que ni siquiera una atención médica reciben y eso que estamos en pleno siglo XXI”, señaló.
Más adelante, diría que denuncias públicas como de la que se da cuenta en el libro presentado ayer, deben servir como parteaguas para que las féminas se enteren de la situación real de nuestro país: ”en el país, incluyendo Chiapas y Tapachula, estamos viviendo una alerta de género.
“Nos falta mucho trabajo por hacer para defender a las mujeres, debemos cerrar esa puerta y convertirnos todas en guerreras, ya que cada día vamos de mal en peor en cuanto a la aplicación de la justicia”, afirmó.
Otra participante fue la abogada Magali Matuz, quien expresó “qué sería de éste país de machos donde campea la violencia, la misoginia y el odio, si las voces como la de Ana Katiria Suárez (autora del libro y abogada del personaje principal de esta obra literaria), no solo claman justicia, sino que son capaces de arrancársela a un régimen que sistemáticamente nos la niega”.
Mencionó que desde el 2013, cuando sucedió esta injusticia en la Ciudad de México, se marca claramente cómo el sistema penal mexicano violenta día a día a las mujeres, pues las instituciones que deberían defenderlas como encargadas de impartir justicia, lamentablemente, por actos de corrupción en este sistema patriarcal, en lugar de ayudar a las mujeres las revictimizan.
En otras noticias, terrible la falta de seguridad en el Soconusco, la sociedad está indefensa ante los delincuentes; una jovencita fue atacada por un depredador sexual al suroriente de la ciudad, cuando caminaba rumbo a su trabajo en las primeras horas de la mañana, es para encender los focos rojos de la inseguridad.
Son delitos que casi siempre quedan impunes, mucha razón tienen las mujeres que siguen batallando porque la justicia sea pareja y se les brinde la ayuda que merecen y a la que tienen derecho; ojalá que este caso, publicado en EL ORBE de ayer, encuentre la justicia y las autoridades ya se pongan a trabajaren ese rubro.
Como otra muestra de la inutilidad de las corporaciones policiacas, ayer por la mañana vecinos de la 13 Norte denunciaron la presencia de un sujeto desconocido que pretendía entrar en una casa habitación, cuyos dueños al parecer, estaban en su trabajo; se habló al 911 y la ayuda jamás llegó, por fortuna el presunto ladrón se atemorizó con la llegada de otro vecino del lugar y se retiró sin que ningún policía llegara a dar el auxilio solicitado, así de ese pelo está la ‘seguridad’ en Tapachula.
Todas las corporaciones se echan la bolita a la hora de que se les pide ayuda, se ignora si lo hacen por falta de unidades, gasolina, valor, capacidad o simplemente por falta de ganas. Esa es la triste realidad, la ciudadanía en manos de la delincuencia, ¿y la policía?…durmiendo el sueño de los justos.