jueves, abril 25, 2024
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ALFIL NEGRO

“Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio” (Jeremías 22:17)

Soconusco Abandonado
Oscar D. Ballinas Lezama

La migración en la frontera sur de México está dañando el tejido social de los municipios del Soconusco, ya que al integrarse la nación azteca como ‘tercer país seguro’, los indocumentados que desean ir a los Estados Unidos, obligadamente tienen que solicitar asilo a las autoridades mexicanas.
Según el Gobierno Federal, no se había aceptado esta medida solicitada por el Gobierno de Donald Trump, sin embargo, en los hechos nadie duda que es precisamente lo que se está haciendo en Tapachula, convertida desde hace varios meses en patria de los que se quedaron sin ella, en sueños de mejorar sus condiciones de vida.
La administración de la cuarta transformación aún vive en la zozobra de esperar la siguiente amenaza del ‘rey del norte’, que pueda poner al filo de la navaja el intercambio comercial, consecuentemente, el progreso económico del pueblo mexicano que ya no ve lo duro, sino lo tupido.
Para nadie es secreto que la frontera entre México y Guatemala es una de las rutas con mayor movimiento de indocumentados que tratan de llegar al norte del país; no obstante, el muro humano que han formado los integrantes de la Guardia Nacional, Policía Federal y Migración, los migrantes se las ingenian para burlar ese “cerco de seguridad”.
Afortunadamente para el Gobierno mexicano, Trump está siendo acorralado por el Congreso norteamericano, que trata de cortarle las alas para evitar que se reelija, originando que el mandatario gringo esté más ocupado en defenderse de lo que él ha llamado ‘cacería de brujas’, que en la detención de los migrantes a los que odia con odio jarocho.
No obstante que Marcelo Ebrard, flamante secretario de Relaciones Exteriores y uno de los más fuertes aspirantes a suceder en el 2025 al ‘Señor de Macuspana’, jura y perjura que el problema de los migrantes ya no le dará dolores de cabeza, la realidad es que la migración en el sur del país se está convirtiendo en una bomba, la que puede explotarles en las manos en cualquier momento.
Tener varados en Tapachula a más de 70 mil migrantes indocumentados es algo muy serio, para una administración que busca transformar positivamente la sociedad mexicana, ya que los problemas no solamente son políticos con las autoridades norteamericanas, sino que están minando la economía y la seguridad nacional, ya que al parecer otras fuerzas oscuras están intentando controlar el flujo migratorio.
Si bien es cierto que las medidas adoptadas por el presidente López Obrador, para tranquilizar al xenofóbico presidente de los Estados Unidos, dieron algunos resultados positivos, al grado que públicamente Donald Trump reconoció que el Gobierno mexicano está trabajando bien en la contención de migrantes hacía los Estados Unidos; los miles de migrantes ‘encallados’ en la otrora Perla del Soconusco, son como una olla exprés a punto de reventar.
Los analistas de la política, coinciden en que el Gobierno Federal tiene que atender pronto la problemática en que han entrampado a los habitantes de Tapachula, en donde las fuerzas sociales empiezan a levantar la voz de protesta por la falta de obra pública, fuentes de trabajo y el aumento de la inseguridad; sobre todo, ahora que la población ha aumentado considerablemente con la presencia de los migrantes, que en su mayoría carecen de trabajo y están desesperados por sobrevivir, lo que puede empujarlos a delinquir y aumentar la prostitución.
Hasta ahora, poco o nada se ha visto por parte de los legisladores chiapanecos para ayudar a encontrar una pronta solución al problema migratorio que provoca, como daño colateral, más pobreza, inseguridad e insalubridad, entre otros males.
El Gobierno mexicano tiene que implementar a la brevedad posible acuerdos con los gringos y buscar juntos los protocolos adecuados para manejar el problema migratorio en la frontera sur, no solamente ocuparse del norte en donde las condiciones político, económico y sociales son mucho mejor que en la región del Soconusco; México debe encontrar recursos suficientes para crear fuentes de trabajo, crear programas que no sean flor de un día y realmente, ayuden a los habitantes de esta región, incluyendo migrantes, a tener mejores condiciones de vida.
Si ya se pudo hacer en los municipios de la frontera norte, por qué no hacer lo mismo en la frontera sur en donde la marginación ha sido por décadas, y un poco de justicia social no le vendría mal a los habitantes de esta región.
Bajar los impuestos, aumentar los salarios, reducir las tarifas de cobros por el servicio de energía eléctrica, así como bajar el precio de las gasolinas y el gas, sería un buen comienzo para el Gobierno de la cuarta transformación, que hasta ahora solamente ha comentado los proyectos futuros y buenas intenciones que tiene para los soconusquenses, que ya tienen un año esperando el cumplimiento de esas promesas y siguen sin ver claro.
Basta ver el abandono de las carreteras federales, de calles y avenidas de los municipios soconusquenses, el cierre de empresas víctimas de la delincuencia organizada, el aumento de asaltos y crímenes que espantan al poco turismo centroamericano, que anteriormente fluía cada fin de semana hacia Tapachula; los abusos de la CFE, haciendo cobros sumamente altos por un servicio de pésima calidad, el precio de las gasolinas que no bajan de los 18 y 19 Pesos por litro, mientras en el norte se sabe que ha llegado hasta los 13 Pesos.
¿De qué corona gozan los que viven en el centro y norte del país?, ¿será que en verdad la Federación va a seguir tratando a los ciudadanos del sur como mexicanos de quinta categoría?; ¿será que en este Gobierno de la cuarta transformación se anulará el horario de verano, que no ha servido más que para enfermar a la gente al dañar su reloj biológico?, ¿cuál es el motivo por el que la actual administración federal no ha podido ni siquiera terminar con esta aberración del horario del diablo?
Estamos a dos meses de concluir el 2019 y el Soconusco y sus habitantes siguen en las mismas; ¿será que en el 2020 se dará el milagro de mejorar las condiciones de vida de quienes durante muchos años han sido tratados como los hijos bastardos de México?, ojalá que Manuel López Obrador deje un rato las mañaneras y venga a darse una vueltecita por carretera en el Soconusco, de paso, podría darse cuenta de la necesidad de un tren moderno como el tren maya, que ya programó para la zona norte en donde serán beneficiados los mismos de siempre, empezando por Tabasco, Palenque y toda la rivera maya en donde el turismo los ha convertido en un emporio, mientras que al Soconusco únicamente llega un turismo de ‘pisa y corre’, vía Puerto Chiapas.

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