jueves, abril 25, 2024
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ALFIL NEGRO

Desencanto Social
Oscar D. Ballinas Lezama

El 2019 está a punto de concluir; los mexicanos volverán a poner sus esperanzas en los sueños que les prometieron la mayoría de los hoy gobernantes, sin embargo, pocos son los que han cumplido sus promesas, hay desencanto social.
Son tiempos muy difíciles los que está viviendo la humanidad entera, en donde cada sociedad tiene sus propias tormentas; las personas sufren una crisis de valores que lo mantienen contra la pared, se han olvidado hasta del amor a Dios, la mayoría de la gente ya no quiere queso, sino salir de la ratonera.
Los augurios para la humanidad no son muy halagadores, porque enfrenta el apocalíptico problema de la contaminación ambiental, lo que, de no ser detenido en un máximo de 50 años, pudiera ser el principio de la destrucción del planeta, sin embargo, la mayoría de los seres humanos no quieren ver ni escuchar sobre este tema al que minimizan, creyendo que con ignorarlo la amenaza va a desaparecer.
Más allá del calentamiento global y sus terribles consecuencias, la gente está siendo abrumada por un sinfín de enfermedades que destruyen su cuerpo, entre ellas, algunas mortales como el Cáncer, el Sida y la Diabetes, entre otras pandemias a las que pareciera que nadie les busca cura.
Por si fuera poco, el precio de las gasolinas, gas, energía eléctrica, así como el resto de productos y servicios siguen subiendo y cada vez cuestan un ojo de la cara; el pueblo ya no tiene espíritu de lucha, mucha gente de todas las edades está atrapada por los demonios cibernéticos y abrazada a una resignación que espanta.
Pocos son los que aún mantienen viva la llama de luchar por mejorar el mundo y las condiciones de vida de sus habitantes, no obstante, sus voces protestatarias no parecen encontrar eco en quienes carecen del espíritu de lucha, y decidieron vivir en la esclavitud de la era cibernética.
Ganaderos mexicanos se niegan a tirar la toalla, aseguran que se van a morir en la raya buscando justicia, así lo manifestaron hace unos días cuando lamentaron lo que está sucediendo este año en México, refiriéndose al 80 por ciento que les están quitando en los programas presupuestales del 2020, lo que está fuera de la realidad, dijeron.
Añadieron que también están inconformes con la cancelación del programa de Fomento Ganadero, así como del dinero que les ayudaba con los programas sanitarios, asegurando que en toda la historia de este país, ahora van a recibir el peor presupuesto para el campo, por lo que van a dar la batalla y nadie se va a rajar en esa lucha.
En la Costa chiapaneca, muchos de sus habitantes aseguran estar cansados del vergonzoso abandono y desprecio, con que, según ellos, siempre los ha tratado la Federación, por lo que están considerando retomar la lucha de los separatistas: Ángel Aguiar Díaz, Guillermo Garza, Cruz Salinas Barceló, Abelino Becerra, Alonso Rodríguez Gamboa, entre otros ciudadanos, que iniciaron el movimiento para separar el Soconusco y crear el Estado 33.
Las voces protestatarias del Soconusco coinciden en que el abandono federal ha sido desde siempre, de ahí que harán nuevamente la propuesta ante el Congreso de la Unión, para crear el Estado 33 y están dispuestos a llenar los requisitos del artículo 73 Constitucional, que entre otras cosas les exige la firma de 120 mil habitantes.
Para nadie es secreto que la región del Soconusco, ubicada entre la llanura costera del pacífico y la Sierra Madre de Chiapas, se integra por los municipios de Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Unión Juárez, Cacahoatán, Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán, Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Escuintla y Villa Comaltitlán.
Las tierras del Soconusco tienen el mayor potencial agrícola, no solo de Chiapas, sino del país y se considera una región rica y productiva, sin embargo, la mayor parte de sus riquezas se van a Tuxtla Gutiérrez, mientras esta región costeña sigue creciendo en población y siendo cada día de menos progreso, aumentando su marginación y pobreza.
Alguien escribió que esta región del Soconusco se destacó en otros tiempos por su producción de algodón, café, cacao, pesca, ganadería, sin embargo, hoy es casi una región fantasma de la que ya no queda ni el recuerdo, aunque su globalización va hacia la estandarización de la sociedad mundial, en lo único que se globaliza en esta zona es la pobreza; cada vez son más las personas que se incorporan a ese punto crítico del que los gobernantes prefieren no hablar, afirma el escribiente.
Ojalá que Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de la República, el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, así como Diputados federales, Senadores y legisladores locales, vean a tiempo los focos rojos de la inconformidad ciudadana en el Soconusco, y presten más atención a los problemas que ha generado el olvido y la marginación, que, por décadas, han sufrido los habitantes de esta región.

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