Los Tragos Amargos.
Diego Victorio
En el ocaso del Gobierno de Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, el colectivo reprobaba su administración.
La crítica popular comiteca amenazaba con cobrar venganza, con el voto de castigo al partido que había postulado a Avendaño: el PVEM.
En el proceso comicial de 2015, el universo de votantes, incluida una fracción del voto duro del Partido Verde, se cohesionó en voto útil para castigar al Verde Ecologista y, en una especie de despecho sufragó a favor del PRI, aunque el candidato tricolor de ese entonces era un comerciante desconocedor de la administración pública: Mario Guillén Domínguez.
En el último tercio, (2018), de la administración del priista Mario Guillén Domínguez, el grueso de cositías hizo pública su sana distancia de Guillén.
Decepcionados, pero más que eso compungidos, porque sabían que, en 2015, la orientación del voto a favor de Guillén Domínguez fue una reacción intestina, sin que pasara por el raciocinio.
En el verano de 2015, en petit comité -los priistas que tomaban las decisiones- nunca leyeron que postulando al distribuidor de botas, sombreros y hebillas se corría el riesgo de que el PRI entregara la alcaldía -en bandeja – a la oposición, tres años más tarde.
Vislumbrados por la abundante riqueza del propietario de la prominente distribuidora de implementos vaqueros en la comarca “Sr Fox”, la cúpula tricolor acordó, en 2015, unánimemente fortalecer el proyecto de Guillén Domínguez, lo que a la postre fue un balazo en el pie.
El caldo de cultivo estaba dado para la izquierda que, una combinación de factores le aseguraban un seguro triunfo.
Las desastrosas calificaciones del gobierno municipal priista en una simbiosis con el Bandwagon (efecto arrastre), propiciado por el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, convirtieron a Morena en un tifón.
En ese escenario multifactorial se camufló el imberbe personaje que hoy gobierna Comitán, Emmanuel Cordero Sánchez.
Un tipo improvisado, rudo, obtuso.
Cordero, es, de acuerdo a las voces de los comitecos, una falta de respeto a la investidura de Ejecutivo municipal.
Es el autor principal de que los cocientes de Morena ronden extremadamente por los cuadrantes negativos.
La caída estrepitosa en las calificaciones de los guindas provoca un deja vú en los votantes comitecos, que elevan el ego a Luis Ignacio Avendaño y, a Mario Guillén Domínguez, que en los imaginarios colectivos ya no son tachados como los peores Alcaldes.
Situación que genera que en el proceso comicial de 2021, el voto sea razonado.
Ese breviario, de funestos recuerdos para la memoria de los cositías, obligará, inclusive, que los partidos políticos seleccionen sus perfiles.
El próximo Alcalde de Comitán ya no será producto de la coyuntura.
El clima en la atmósfera -en la tierra de la escritora y poeta Rosario Castellanos-, después de tres errores consecutivos, se acomoda para alguien experimentado, porque las improvisaciones fueron tragos amargos.
El conglomerado aprendió a votar y, esperará la fecha para hacer regresar a los buenos gobiernos que hicieron de Comitán una ciudad próspera. Esta vez sí. Al Tiempo.
Comentarios Atrincherados.
*Según fuentes confiables, el expriista Jorge Constantino Kanter, no será candidato a la alcaldía comiteca, pues, el político suspira por una curul en el Congreso de la Unión.
Descártelo, desde hoy.
*La diputada local Rosa Elizabeth Bonilla, desea ser candidata a la Presidencia Municipal de Comitán.
El único problema es que su corazón late en Morena y, los números en el cuarto de ideas guinda están a la baja.
Si “Rosi” quiere buscar culpables de la debacle de Morena lo encontrará, con nombre y apellido, es Emmanuel Cordero.
*El empresario y exdiputado local Mauricio Cordero Rodríguez, se perfila para buscar la silla principal en el palacio municipal comiteco.
Dicen los que saben que el fogueo en la cámara local le dio tablas.
*Un grupo de no más de cinco personajes aguarda y camina en perfil bajo, con experiencia en la función pública, todos quieren gobernar Comitán. La fuente consultada se reserva los nombres. Hasta pronto.