“Otis” Evidenció el Fracaso de las Políticas de Protección Civil en México
Ernesto L. Quinteros
Cada vez son más las voces que aseguran que las autoridades estatales de Guerrero y federales de México no supieron manejar la información oportuna que les llegó del Sistema Meteorológico Nacional y del Centro de Investigación de Huracanes de EU, que les advertía del poder del huracán Categoría 5 “Otis”, que finalmente impactó con toda su fuerza las costas de Acapulco y zonas aledañas.
Evidenciando así el fracaso con la que se manejan las políticas públicas de Protección Civil en nuestro país.
Desafortunadamente, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y sus colaboradores no han sabido reaccionar ante la tragedia. Más bien se ha dedicado a contestar y pelearse con quienes los critican. Y a como van las cosas, ya solo falta que AMLO pida que se le quite el presupuesto al Sistema Meteorológico Nacional.
El resultado de esta situación la están padeciendo miles de familias en el Estado de Guerrero, y la situación cada día se complica más.
Con el paso de los días se siguen descubriendo más daños y desastres provocados por el huracán Otis.
La población de Acapulco sigue suplicando auxilio y la ayuda suficiente no llega.
Son miles de familias que siguen sin servicio de comunicación, energía eléctrica, agua potable, alimentos y servicios básicos.
Los actos de rapiña y vandalismo siguen creciendo en diferentes localidades afectadas por el meteoro.
La poca ayuda que llega de parte de la sociedad civil es prácticamente “nada”, debido al tamaño de la tragedia.
Los reclamos y el caos va en aumento entre la población damnificada, mientras las autoridades de los tres niveles de gobierno todavía no logran coordinarse.
En medios de comunicación nacionales algunos testigos y sobrevivientes al huracán, aseguran que hay más desaparecidos, ya que cientos de turistas hospedados en hoteles fueron sorprendidos por las fuertes ráfagas de viento y lluvia en los pisos superiores de los edificios, por lo que se especula que puede haber más desaparecidos.
En retrospectiva, si los tres niveles de Gobierno en Guerrero se hubieran coordinado para desarrollar un plan de evacuación de la población en zonas de riesgo, se hubieran instalado albergues y avisado de manera masiva sobre la presencia del huracán, las pérdidas de vidas seguramente fueran menos.
La verdad es que a la población de Guerrero le ha llovido sobre mojado, ya que antes del desastre provocado por el huracán ya padecían de altos niveles de inseguridad, con la presencia de grupos criminales. Y con lo sucedido, esta situación se complica aún más.
El puerto de Acapulco está prácticamente colapsado, al igual que su economía, y la reconstrucción seguramente llevará muchos años.
Sobre todo porque las familias de esta región sobrevivían económicamente “del turismo”, algo que se ve muy lejano recuperar.
Así que el trabajo de las autoridades tendrá que ser monumental, y en este momento, apenas están en la labores de limpieza, y habilitando las vías de comunicación terrestre y aérea.
Sin el ánimo de ser catastrófico, la reconstrucción en Acapulco tendrá que ser desde cero y en todos los aspectos. Porque tendrán que reconstruir su imagen, viviendas, comercio zonas hoteleras y turísticas, carreteras, vías de comunicación etcétera.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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