A mí la Enfermedad no me Tira, yo Prefiero Limpiar Patios que Estar Pensando en lo que Dijo el Médico
Echando filo a los machetes Irma y su esposo se preparan para el día siguiente.
Muy de madrugada, se toman un café caliente y un bolillo y salen en su triciclo para desmontar un patio lleno de maleza. Ella, una mujer alta, morena, fuerte, madre de tres hijos, todos con estudios, sigue trabajando con su pareja ya sea pintando paredes, impermeabilizando, de albañiles, dando mantenimiento a jardines, desbrozando predios o tirando basura.
-“Es duro, pero antes era más duro porque estaba de ayudante de albañil, pero como ahí no ganaba mucho, me metí a impermeabilizar y a pintar casas, se gana un poco más. Me gusta mucho andar trabajando. Terminamos cansados, pero llegando a la casa, si tenemos que hacer oficio, lo seguimos haciendo”, dice Irma.
“Es la ley de la vida, pero sí estamos bien con mi esposo, cuando terminamos el trabajo me siento cansada, pero la pasamos bien, me siento contenta de trabajar, siempre me ha gustado trabajar”.
–Pero manejas el machete y todo…
-Ah sí, bastante, también en la albañilería aprendí a poner losetas cerámicas, de todo tipo, a echar acabado de tapetillo, de cáscara de naranja, pero me gustó más andar así en los patios y en los techos porque a veces no quieren pagar bien la albañilería y es más pesado. Hay gente que no valora lo que uno hace.
Según la empresa Cementos Moctezuma, por cada 10 personas en la industria de la construcción una es mujer, por ello crearon “cascos rosas”, una campaña para incentivar el acceso de la mujer a esta industria.
“Limpiamos jardines, podamos, lo que la gente nos diga, por ejemplo donde crecen los árboles de matapalo, de guarumbo, la maleza de todo tipo, a veces ya están bien gruesos y altos pero le damos duro y dejamos limpio esos patios.
El Trabajo Libera (arbeitmachtfrei), reza el adagio alemán.
“Ya tengo tres años que me están hemodializando. Pues según dijo el doctor que ya se me estaban muriendo los riñones, ya estaban en ‘5’ dice, en cinco ya, entonces, por eso me hemodializaron y de anemia tenía ya estaba en ‘cinco’, ahora ya estoy más nivelada gracias a Dios. Con mis inyecciones que me ponen de Eritoproyetina, compro 1 caja de 20 para un mes.
“Mientras me tenga levantada trabajando es lo más importante para mí”
-¿Tú te sientes fuerte Irma? –sí, responde alegre.
La pareja de jardineros, Irma y Feliciano, completan verdaderos retos, y es que no sólo es la demanda de fuerza física. El trabajo requiere mucha fuerza, se necesita tener tenacidad para hacerlo todos los días, emplea además de energía, voluntad para continuar hasta acabar, Irma no se detiene con ampollas, picaduras de hormigas, aguate, y no se diga del agotador sol, pero ella además de eso lucha contra su condición física.
Hablando de eso es cuando revela que “él nomás respira con un pulmón”, ambos se ayudan y complementan, ahí donde aplican fuerza física y mental, encuentran fuerza motivacional: ¡en su trabajo!
Según la campaña cascos rosas, en México más de 96,000 mujeres trabajan en la industria de la construcción, algunas ya son maestros albañiles, pero también las hay trabajando de plomeras y de casi todo el abanico laboral, sin embargo, hay una brecha salarial con diferencias de 25%, además que las mujeres dedican más de 40 horas semanales en trabajos de su hogar, aún después de trabajar en industrias pesadas, mientras que los hombres sólo 10.
