* LOS TRES ÓRDENES DE GOBIERNO DESPLEGARON UN CERCO DE SEGURIDAD EN LA RIBERA DEL RÍO SUCHIATE, ASÍ COMO EN LOS PUENTES FRONTERIZOS Y PASOS DE EXTRAVÍO DONDE PUDIERAN TRATAR DE INGRESAR LOS ILEGALES.
Suchiate, Chiapas; 2 de Octubre de 2020.- Elementos de diferentes corporaciones de seguridad y del Instituto Nacional de Migración (INAMI) realizaron un despliegue estratégico en las riberas del río Suchiate.
Ante la inminente llegada de la llamada caravana de la “Desesperanza” que está conformada por unos tres mil migrantes, misma que partió de San Pedro Sula, Honduras hace un par de días.
Este éxodo humano está conformado por niños, mujeres y hombres; un primer contingente se adelantó y partió el mismo miércoles 30 de Septiembre y el otro contingente salió alrededor de las 2:00 AM de este jueves por la mañana.
Como lo habían programado, hicieron su arribo al punto fronterizo de Corinto, entre Honduras y Guatemala, irrumpiendo y causando destrozos en esta garita migratoria.
La última actualización del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) la tarde del jueves, señalaba que tres mil integrantes de la caravana de migrantes ingresaron al territorio guatemalteco pero la mayoría burló los controles migratorios.
De inmediato en territorio mexicano, el INM emitió un comunicado que advierte sanciones a personas extranjeras que ingresen al país sin las medidas sanitarias derivadas del SARS-CoV-2.
Dicha advertencia incluye a toda autoridad civil, militar y particular que utilice las instalaciones del INAMI y áreas de internación en el país, ya que todos deben de cumplir protocolos de salud; añade además que existen penas de cinco a 10 años de prisión a quien ponga en peligro de contagio la salud de otros.
El Gobierno de Guatemala, dispersó la presencia de la Policía Nacional Civil de ese país para impedir el acceso, toda vez que mantiene la postura de exigir las pruebas PCR de laboratorio que garanticen que los extranjeros no están contagiados con Covid-19 y así puedan internarse a territorio chapín.
Mientras esto ocurre en los límites de Guatemala y Honduras, en la frontera sur de México, personal del Instituto Nacional de Migración proveniente de distintas partes de la República se encuentra en esta zona, además de elementos de la Guardia Nacional que estarán a cargo de la seguridad para atender lo relacionado con esta caravana.
El Comisionado de INAMI, Francisco Garduño Yáñez, ya realiza trabajos de verificación en Suchiate durante la eventual llegada de la caravana que partió de San Pedro Sula.
A efecto de cumplir lo establecido en la Ley de Migración, se realizan acciones de control, verificación y revisión de entrada y salida, tránsito y estancia de personas extranjeras en territorio nacional, a fin de promover una migración segura, ordenada y regular.
El INAMI refrenda su compromiso por una migración segura, ordenada y regular, con estricto apego a los derechos humanos, con un trato de dignidad y humanismo, y el debido cuidado a los protocolos la salud.
Datos Ilustrativos.
Unos 70 mil migrantes sin control sanitario viven en Tapachula y sus alrededores, luego de que este mes de octubre se cumplen dos años de la primera caravana migrante procedente de países centroamericanos hacia Estados Unidos, pero que fue encapsulada en esta región del Soconusco, al impedírsele continuar el trayecto.
En la actualidad hay un nuevo y peligroso escenario por la pandemia del Covid-19, donde hubo medidas extremas en países centroamericanos y preventivas de salud en México, por lo que una nueva movilización masiva después de seis meses críticos de propagación del virus, marca un panorama de posibles y mortales rebrotes de la enfermedad.
Por ello, las autoridades mexicanas como el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) deben prepararse para las consecuencias que podría acarrear esta caravana migrante.
De acuerdo a activistas esta nueva caravana trae un ingrediente que lo hace grave, y es que gran parte de los que pretenden integrarse a la misma son mujeres y menores no acompañados, por lo que de no tomar las previsiones necesarias se avecina un problema social para la Frontera Sur, que es el lugar donde recaerá esta migración. EL ORBE/Darinel Zacarías