*ANTE LA COMPLACENCIA DE LOS CUERPOS POLICÍACOS Y DEL INSTITUTO NACIONAL DE MIGRACIÓN, A DIARIO CRUZAN CIENTOS DE EXTRANJEROS SIN PAPELES A CHIAPAS PARA INTERNARSE EN TAPACHULA, DONDE HAN CREADO UN CLIMA DE INSEGURIDAD Y ZOZOBRA EN LA POBLACIÓN.
Tapachula, Chiapas; 28 de diciembre.- El trasiego ilegal desde Centroamérica de personas y de mercancías de todo tipo, a través de balsas en el río Suchiate, no se ha detenido en ningún momento ni siquiera con la contingencia. Por lo contrario, se ha intensificado en los últimos días, ante la complacencia de las mismas autoridades.
Además, las caravanas de migrantes han ocasionado cuantiosas pérdidas y que se haya frenado la economía en los municipios de la región, tal y como lo han expresado representantes de los sectores productivos.
Ahí, en la franja limítrofe que divide a México de Guatemala, Oscar Covox, comerciante de la comunidad guatemalteca de Tecun Umán, dijo en entrevista para EL ORBE que su ingreso a territorio mexicano es para comprar, regularmente en Ciudad Hidalgo.
Abordado justo cuando cruzaba el afluente por medio de una balsa, reconoció que llega a Chiapas de esa manera, muy seguido y que tienen conocimiento que el paso de un lado a otro de la frontera, por esos medios, no se ha detenido y que están trabajando normalmente.
En el caso de su país, mencionó que las actividades ya se han ido normalizando luego de varios meses de confinamiento por el Covid-19.
De acuerdo a su versión, en el caso de los guatemaltecos, pueden pasar por medio de las balsas, pero llevan consigo el «pase local», por en dado caso se encuentran con alguna autoridad.
Para el cruce de personas, señaló que los balseros le cobran 10 quetzales, unos 27 pesos mexicanos, de ida y una cantidad similar de regreso.
Como él, miles de extranjeros cruzan diariamente la franja fronteriza, sin que ninguna autoridad migratoria, de seguridad o de salud haga algo para impedirlo, y eso que unos 500 balseros (de ambos países) operan día y noche.
Tampoco se ha detenido el trasiego de miles de toneladas de mercancías de dudosa procedencia, sin que los responsables de la vigilancia se percaten de ello.
Aun cuando sigue la contingencia en ambos lados de la frontera, esas mercancías de dudosa procedencia y miles de migrantes están cruzando ilegalmente de Guatemala hacia Chiapas, sin protección sanitara alguna y sin que ninguna autoridad esté presente.
Para ello, los balseros se dividen en dos grupos divididos por nacionalidad, para operar tres días a la semana cada uno y descansar a veces el domingo.
Han colocado diques con costales de arena para incrementar el caudal del río que sirve de referencia limítrofe y obligar con ello a los que pretenden cruzar de manera ilegal, a tener que contratar las balsas.
Los filtros sanitarios en los puentes también es una farsa, porque debajo de ellos hay un éxodo que nadie, en estos dos años, ha podido frenar.
Infinidad de camiones y camionetas han llegado a esa ciudad para cargar las mercancías e internarse a territorio nacional por la única carretera que hay y en donde no hay autoridad que se percate de ello.
En torno a ello, Valentín Morales, comerciante en el municipio de Suchiate, dijo en entrevista para el rotativo EL ORBE que hay personas de Guatemala que tienen la necesidad de cruzar a Chiapas a comprar alimentos, sobre todo grupos de familias de escasos recursos económicos.
Y es que la paridad de la moneda guatemalteca (Quetzal), equivale actualmente a 2.5 pesos mexicanos, es decir, comprar mucho más con menos dinero.
La mercancía de contrabando que está cruzando de un lado a otro, según reveló, son principalmente artículos de la canasta básica y otros alimentos.
“En Guatemala las cosas están muy difíciles porque la gente ha empezado a pedir limosnas para poder sobrevivir y porque los alimentos han empezado a escasear”, indicó.
Además, que muchos productores traen sus mercancías a Chiapas para poderlas vender y habían estado paralizados durante varios días y ahora han tenido que reiniciar sus actividades, a pesar del peligro que se representa por la cuarentena.
En su oportunidad, Juan José González, director de la escuela primaria Ignacio José de Allende, en Ciudad Hidalgo, dio a conocer que la situación se puso crítica por los problemas colaterales que ha dejado la pandemia.
“Es una cuestión delicada, porque la gran mayoría en el municipio de Suchiate vive del comercio, no hay fabricas ni ensambladoras”, apuntó el docente.
Reconoció que es un peligro latente el hecho de que siga pasando los migrantes y las mercancías, “pero el comercio es un mal necesario en el municipio.
Por su lado, la Canacintra regional consideró que el contrabando de Guatemala a México de toda clase de productos o mercancía, especialmente de víveres, continúa con descaro y no se ve que ninguna autoridad trate de evitarlo.
Aseguró que esa incursión de productos centroamericanos es causa de pérdidas hasta del 30 por ciento para los empresarios o dueños de negocios establecidos en Tapachula, porque bajan considerablemente las ventas en éstos, ante los bajos precios con que llega el contrabando. EL ORBE / M. Cancino