Migrantes se han Incorporado a Labores de Campo, Desplazando a Jornaleros Centroamericanos
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Alrededor del 90% de Trabajadores en Fincas son Haitianos, Cubanos y Venezolanos
Tapachula, Chiapas; 22 de Diciembre del 2025.- La cafeticultura del Soconusco enfrenta uno de los mayores retos de su historia: la drástica caída de la mano de obra local y guatemalteca, que durante décadas sostuvo las labores de limpia, poda y corte del café.
Ante este panorama, productores de la región han encontrado en la población migrante, principalmente de Haití, una alternativa real para rescatar la cosecha y mantener con vida al campo.
La migración de jóvenes mexicanos hacia zonas urbanas o al norte del país agravó aún más el problema, dejando comunidades rurales prácticamente vacías. Frente a esta crisis, la llegada de migrantes haitianos, cubanos y venezolanos ha representado un alivio significativo para el sector cafetalero.
Tomasini detalló que el apoyo comenzó de manera gradual: primero con 10 trabajadores, luego 20 y posteriormente más de 30 personas migrantes interesadas en laborar en el campo. “Pasamos de una mano de obra mínima a una presencia altamente representativa. Hoy podemos decir que hicimos una transición de trabajadores guatemaltecos a haitianos y otros migrantes”, señaló.
Aunque existen retos como la barrera del idioma y la adaptación cultural, el productor destacó la disposición y el interés de los migrantes por aprender y trabajar. “Hacen el esfuerzo, tienen ganas y se van contentos porque aquí ganan más de lo que podrían ganar en otros lugares o en sus países de origen”, explicó.
En una región fronteriza como el Soconusco, esta dinámica abre una oportunidad tanto para los productores como para los migrantes, quienes encuentran ingresos mientras continúan su travesía.
Para el sector cafetalero, la mano de obra haitiana se ha convertido en un factor clave para evitar pérdidas mayores y sostener, al menos parcialmente, la cosecha de café en Chiapas. EL ORBE/ Ernesto L. Quinteros





