*Por la Guerra en Ucrania.
Bruselas -Cerca de 3 millones de personas huidas de la invasión rusa de Ucrania solicitaron formalmente a algún país de la Unión Europea protección temporal para poder residir y trabajar legalmente en suelo comunitario mientras dure la guerra, según los últimos datos ofrecidos por la Agencia de Asilo de la UE.
El registro de protección temporal alcanzó su cota más alta el pasado marzo, con 1.6 millones, según los mismos datos que, con todo, apuntan una disminución del ritmo de demandas presentadas, con unas 50 mil en la cuarta semana de mayo, lo que eleva a casi 3 millones el cómputo total.
La política de visados de la UE ya permitía a los ucranianos antes del conflicto viajar a países de la UE sin solicitar este permiso de viaje si su estancia no superaba los 90 días, lo que les permite entrar al espacio comunitario sin pedir asilo a pesar de la situación de guerra en su país.
Sin embargo, la protección temporal activada por los Veintisiete expresamente para facilitar su llegada a la UE tras la invasión rusa es más garantista, porque como turistas obtienen el derecho a desplazarse libremente en el espacio Schengen, pero no otros que ganan con este estatus, como, por ejemplo, el derecho a trabajar, a la educación o el acceso a la atención sanitaria. Además, la tramitación es más ágil y no requiere que soliciten asilo en la UE para obtenerla, aunque no les impide demandar asilo más adelante.
Los datos de la agencia europea recogen también un incremento desde que se produjo la invasión de solicitudes de asilo presentadas por ciudadanos llegados desde Rusia y otras repúblicas exsoviéticas.
En el caso ruso, las mil 400 peticiones de febrero duplican las cifras anteriores; mientras que los niveles de petición se han multiplicado «entre dos y diez veces» respecto al año anterior en el caso de ciudadanos de Bielorrusia, Azerbaiyán, Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán, según las cifras de la Agencia de Asilo, que no aclaran si los demandantes llegaron de sus países de origen o llegaron como residentes en Ucrania. APRO