Se pierde la cosecha por falta de comercialización
Tapachula, Chiapas; 24 de junio del 2020. – Derivado de la contingencia por el coronavirus, las plantas procesadoras de aceite de palma en Chiapas paralizaron sus actividades, luego de que han saturado sus bodegas de almacenaje, ya que la venta y el consumo nacional se desplomaron.
Eso ha ocasionado que miles de productores en la entidad, considerada la principal en ese cultivo en territorio nacional, estén atravesando una severa crisis económica, porque los gastos de operación no se han detenido en ningún momento.
Sergio Lucio Villalón, representante de la empresa Desarrollo Agropecuario del Soconusco S.A. de C.V, y productor de palma en la región Soconusco, dijo a EL ORBE, que están sumamente preocupados debido al bajo consumo de aceite en el país.
Esto, según dijo, porque las recomendaciones sanitarias obligaron a cerrar restaurantes, hoteles, cafeterías y establecimientos con venta de comida.
“Ya empezamos a tener problemas en todo el sector social e intermedio de producción que entregamos los racimos de fruta fresca a las extractoras, las cuales, al tener ahora poca comercialización, se vieron saturados sus tanques de almacenamiento y ya no pueden seguir procesando”, indicó.
Aunque dejó en claro que esa problemática tiene remedio y para ello señaló que le están solicitando al gobierno federal que frene la importación de aceite de otros países, sobre todo el de palma aceitera.
De hacerlo, las grandes refinerías en el país tendrán que dar preferencia al producto nacional sobre el de importación, ya que actualmente sucede lo contrario.
Ya han hecho un llamado a la Subsecretaría de Industria, Comercio y Competitividad, de la Secretaría de Economía, pero aún no han obtenido respuestas positivas y, con ello, el problema crece cada día.
“Chiapas es un productor muy importante de fruta de palma de aceite, cultivo que produce y se cosecha todo el año y que es socialmente indispensable en la fabricación de aceites crudos de refinación para la industria alimenticia, así como derivados comestibles y de otros usos”, explicó.
México es deficitario y depende de la importación de aceites vegetales, aunque se ha reducido este porcentaje debido al exitoso cultivo de la palma de aceite en Chiapas, el cual ya produce el 30 del consumo nacional.
Ese cultivo solamente se da en algunas partes del sur de Veracruz, Campeche, Tabasco, así como en la Costa y Norte de Chiapas, y en global hay unas cien mil hectáreas, en manos de más de 12 mil productores, en su gran mayoría del sector social.
Este Gobierno Federal está dando preferencia al aceite importado de países como Colombia, Guatemala, Costa Rica, Malasia, entre otros, con la justificación de que tienen contratos establecidos por cumplir, aunque con la pandemia, cualquier convenio comercial podría ser aplazado”.
“Vemos pasar pipas y más pipas de aceite importado que entra por la aduana de Ciudad Hidalgo, mientras comienza a quedarse la fruta en el campo de Chiapas sin cosechar, y a generar pérdidas económicas a este sector que genera bienestar y paz social”, insistió.
Otra alternativa, apuntó, sería que el Gobierno Federal exija a las grandes empresas refinadoras nacionales y transnacionales que reciban todo el aceite crudo que se produce en el país, pero tampoco se ha hecho.
Los palmicultores han tenido que seguir pagando impuestos, energía eléctrica, agua, nóminas y mantenimiento de las superficies cultivadas, pero se han quedado sin capital, con la cosecha amontonada y sin el apoyo gubernamental. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello