* Sociedad Fundamental Para Desarrollar Ciclo Escolar.
Tapachula, Chiapas; 09 de agosto del 2020.- Monseñor Jaime Calderón, dijo que uno de los retos grandes de este tiempo, donde parece que se va superando la cresta de la pandemia, es la educación.
A nombre de la Diócesis de Tapachula, que engloba a los municipios de la Costa, Sierra y Frontera Sur de Chiapas, dio a conocer que los obispos en México han dirigido una reflexión bajo el título: «Frente a la dificultad para educar en este tiempo de pandemia: discernimiento, generosidad, diálogo, tenacidad y paciencia».
En ese mensaje, dijo, se reconoce que el Sistema Educativo Nacional está frente a un nuevo ciclo escolar, a través de los medios de comunicación y los digitales.
Pero que, para afrontar ese reto, es necesario creer y confiar en cada persona y en la comunidad educativa en su conjunto, para volver a clases a distancia y, en el futuro, en una presencia escalonada.
«Esto requiere de tiempo, preparación y cambiar hacia esa cultura del cuidado que incluye la participación de todos», señaló el obispo en su relato dominical.
Insistió que ahora se hace muy necesario el acompañamiento de los padres de familia a sus hijos, tanto en la educación informal y, por la emergencia sanitaria, también en la formal.
Ante el inicio del ciclo escolar dentro de un par de semanas, recalcó que, de los maestros quedará en la memoria de las nuevas generaciones, con su entrega y creatividad didáctica que el momento exige. Mientras que, de las autoridades educativas, su prudencia y respaldo al proceso y a los agentes.
En el caso de los niños, adolescentes y jóvenes, será el que crezcan acompañados de sus padres y docentes, en autonomía, hábitos, pensamiento crítico, habilidades tecnológicas y digitales, pero también del autocuidado de su vida, salud y emociones, amor a la familia y valorar la escuela, amigos, bien común.
Reveló que, en la Diócesis de Tapachula, cuentan con 12 escuelas católicas y una universidad de inspiración en esa misma religión, las cuales ahora tienen grandes retos que responder, como la tecnología-conectividad, el descenso de matrícula por la economía y los adeudos de padres de familia.
«En todas las escuelas católicas estamos reflexionando, analizando y diseñando proyectos que nos ayuden a responder los grandes desafíos pedagógicos, pastorales, tecnológicos, económicos, matrícula laboral, infraestructura, entre otros», puntualizó el prelado. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello
