Tapachula, Chiapas; 23 de Febrero del 2021.- Desde hace varios meses comerciantes tienen problemas con un drenaje abierto en una de las calles laterales del mercado “San Juan”, y hasta la fecha, el Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula (Coapatap), no se preocupa por resolverlo, según denunció la comerciante María Dolores Hernández Mejía.
En entrevista para rotativo EL ORBE, indicó que han llevado documentos a la Presidencia Municipal pidiendo que arreglen ese drenaje, pero nadie les hace caso.
Las dos últimas veces fue con el entonces presidente, Oscar Gurría Penagos, y después con la actual alcaldesa, Rosa Urbina, pero todo ha sido en balde.
Las aguas negras del drenaje corren por la calle hacia el sur, precisamente por donde ella y otros comerciantes más tienen sus puestos, dijo, por eso todo el día tienen que soportar la pestilencia que despiden esas aguas y la contaminación.
Además, ya pusieron la denuncia ante el Coapatap y que, después de un montón de quejas, ese organismo mandó a unos peones; sin embargo, los que llegaron hacer la labor no hicieron bien su trabajo y este problema aún sigue para los comerciantes, quienes a plena luz del día tienen que soportar el mal olor lo que podría provocarles enfermedades.
Por si fuera poco, comentó que al problema del drenaje se le suma la actividad de quienes más arriba venden pescado, cuyos comerciantes tiran a la calle agua ensangrentada, escamas y tripas de los pescados que destazan, lo cual corre hacia el sur y van a dar donde ella tiene su puesto, volviendo el lugar un cochinero.
Manifestó que, al terminar la jornada, aunque los vendedores de pescado echen agua en la calle, de todas formas el líquido apestoso va para abajo y termina en los puestos ubicados en la parte sur del mercado.
Para acabarla de amolar, agregó, una partida de migrantes tiene copado los pasillos del mercado, donde venden de todo, dejando tirados los desperdicios y basura.
Y recalcó que por más que ellos se esfuerzan por tener limpios sus lugares, lo que brota del drenaje abierto aunado a los desperdicios de pescado corriendo por la calle, convirtiendo el lugar en un gran foco de contaminación. EL ORBE / Jesús Sánchez Martínez