*En Huixtla, Tuzantán, Mapastepec y Tapachula.
Tapachula, Chiapas; 04 de agosto del 2021.- La Coordinación de Protección Contra Riesgos Sanitarios, del Distrito de Salud VII, ha clausurado a 85 plantas purificadoras de agua en Tapachula y municipios aledaños, durante el año y medio que va de la pandemia del Covid-19, la mayoría por realizar operaciones de manera irregular, es decir, “piratas”.
Luis Manuel Salgado Corsantes, titular de esa dependencia, dijo en entrevista para el rotativo EL ORBE que el año pasado fueron sancionados 62 establecimientos de ese tipo en alguno de los 16 municipios que conforman al Distrito, mientras que, en los siete meses de este año, han sido otras 23.
Dijo que esto es atención a las denuncias que realiza la misma población y de los operativos de verificación que se hacen en los municipios.
“Ellos deben de cumplir con su aviso de funcionamiento y las medidas sanitarias, como la cloración del agua y mantener todos los procesos, conforme la Norma Oficial Mexicana”, recalcó el funcionario.
En la revisión de los expedientes abiertos por las clausuras, así como por las multas, informó que las mayores irregularidades (de la región) las han detectado en los municipios de Huixtla, Tuzantán, Mapastepec y Tapachula.
Comentó que la mayoría de esas empresas decide desistir en continuar con ese negocio, porque en la mayoría de los casos se trata de viviendas habilitadas como plantas que, al ser clausuradas, no pueden disponer de ellas.
Después de ese desistimiento de manera formal y de cumplir con las sanciones, se verifica que no sean reincidentes.
El funcionario mencionó que esa dependencia ha realizado cursos de capacitación en materia sanitaria para las empresas de ese giro, los más recientes fueron para los municipios de Huixtla y Tapachula.
Reconoció que casi en su totalidad, las empresas como esa que laboran de manera clandestina, no cumplen absolutamente en nada de lo que establece la ley, como el hecho de no clorar el agua, no cuentan con filtros y con ello causan un daño a la salud de sus consumidores. EL ORBE / Jesús Sánchez Martínez