* Afirma el Centro Cardiológico de Tapachula.
Tapachula, Chiapas; 21 de septiembre del 2022.- De acuerdo al director del Centro Cardiológico de Tapachula, Jorge Antonio Vázquez Marroquín, la hipertensión arterial es el «asesino silencioso que nos acecha a todos» y por ello es extremadamente prioritario mantenerlo en vigilancia.
En entrevista para el rotativo EL ORBE explicó que la tensión arterial es necesaria en nuestro organismo porque es lo que nos mantiene vivos, y se da por muchas razones, pero la más importante es por el bombeo del corazón al contraerse, que se llama sístole, cuando sale la sangre a través de la arteria aorta y se transmite a todo el aparato cardiovascular.
«La hipertensión arterial es muy importante, porque es un factor de riesgo cardiovascular de muerte, el principal en el mundo. El segundo es el tabaquismo, y le siguen la diabetes, la obesidad, el sedentarismo, la hipercolesterolemia, la hipertrigliceridemia y otros», señaló el especialista.
De acuerdo a su opinión, es muy relevante saber tomar la tensión arterial, y por ello sugirió que para hacerlo, el paciente debe estar sentado; con los pies firmes en el piso, la espalda recargada en el reposero y estar tranquilo. «Los aparatos del dedo o de la muñeca, no son confiables, como los del brazo con baumanómetro».
Basado en las estadísticas oficiales, informó que aproximadamente del 30 al 33 por ciento de los mexicanos sufre de hipertensión arterial. De ellos, solamente el 64 por ciento sabe qué es hipertenso; mientras que el resto ya toma un tratamiento, aunque hay también quienes no lo hacen correctamente.
Recalcó que «la hipertensión arterial es un padecimiento que puede causar estragos a nivel sistémico y llevar al paciente a desenlaces fatales, difíciles o graves», y por ello invitó a la población a que acuda a su médico de preferencia.
Puntualizó que los problemas de hipertensión arterial se presentan en 2.1 personas de entre los 15 a los 24 años de edad; hasta en un 7 por ciento en el grupo de 25 a 45 años; mientras que de los 46 a los 65, se sitúa en un 42 por ciento; y los mayores, superan el 70 por ciento, y muchos aún no lo saben. EL ORBE / JC