*Población Teme Llegar a Espacios Públicos, Donde se Concentran los Indocumentados.
Tapachula, Chiapas; 30 de Octubre del 2022.- «El desorden en el centro de Tapachula con la presencia de miles de indocumentados, quienes prácticamente tienen invadidos los espacios públicos, principalmente los parques Benito Juárez y el Miguel Hidalgo, transformaron a la ciudad de ser la Perla del Soconusco a la plaza de migrantes».
Así lo denunció Ángel López Gómez, dirigente de la Asociación de Colonias Populares, quien al ser entrevistado por rotativo EL ORBE, aseguró que, aunque salgan caravanas de extranjeros rumbo al interior del país, de todas formas ese mismo día ingresan a México otros miles y se vuelve un asunto de nunca acabar.
Consideró que el orden y la legalidad deberían imponerse desde el momento mismo en que esos grupos de extranjeros llegan a la frontera sur y tratan de ingresar a México, ya que si no cuentan con la documentación necesaria, se les debería echar para atrás. «Lamentablemente, el propio gobierno federal los invita a venir a nuestro país».
Lo malo es que un porcentaje alto de los que ingresan no llegan con la idea de trabajar, sino de delinquir, y son estos los que generan una serie de problemas a la población, y por culpa de ello, los ciudadanos han dejado de ir al centro por compras y paseo, señaló.
Antes, la Ciudad estaba considerada como “La Perla del Soconusco”, indicó, donde sus habitantes gozaban de total tranquilidad, salían de sus casas y se sentaban en las banquetas para platicar con los vecinos. «Hoy, todo eso se acabó, ya que la mayor parte de la población lo que siente es temor».
De acuerdo a su versión, en la actualidad ya no se puede caminar por el Centro o acudir a los mercados, pues en cualquier momento los ciudadanos sienten que pueden ser víctimas de un robo o de un atropello, de parte de algún delincuente extranjero.
Dijo por último que Tapachula merece atención por parte de las autoridades federales, y por lo tanto, es urgente que afronten el problema de los migrantes, para que esta Ciudad recobre la tranquilidad y paz social que en sexenios anteriores disfrutaba. EL ORBE / Nelson Bautista