Ciudad de México, 12 de Diciembre.- Más de 12 millones 300 mil personas acudieron a la Basílica de Guadalupe este 11 y 12 de diciembre. La celebración a la virgen morena se desarrolló con saldo blanco, informó el Gobierno de la Ciudad de México.
El fervor guadalupano también dejó a su paso 536 toneladas de basura, que personal de limpia de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) recolectó a lo largo de 279 kilómetros de barrido manual, en el que participaron más de mil 800 personas en la limpieza y más de 90 vehículos.
En el transcurso de este 12 de diciembre se reportaron 5 mil 12 atenciones médicas menores, de las cuales sólo cinco requirieron traslado de emergencia.
Adicionalmente, la Brigada de Vigilancia Animal, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, señaló que el miércoles apoyó a 68 canes. También se observó a integrantes de fundaciones protectoras de animales prestando servicio de auxilio, otorgando comida y agua.
Mientras que la Agencia de Atención Animal del Gobierno de la Ciudad de México informó que dio resguardo a 13 perros peregrinos que fueron trasladados y resguardados en el Hospital Veterinario de Iztapalapa, además de que alimentó a más de 70 perros, aproximadamente.
La alcaldía Gustavo A. Madero reportó que 12 perros peregrinos fueron trasladados a la veterinaria de la demarcación, donde se les dará una valoración para buscarles un hogar en los próximos días.
En apoyo a los peregrinos, la Secretaría de Bienestar e Igualdad Social (Sibien) instaló un comedor popular y repartió más de 3 mil cobijas.
Mientras que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) atendió cobros excesivos con 40 verificadores en territorio.
Los últimos peregrinos
Hacia el atardecer del 12 de diciembre, las voces y plegarias se combinan con el descanso de quienes hacen largos viajes hasta la Basílica de Guadalupe.
A diferencia de la noche anterior, este jueves se podían ver huecos en la plaza principal de la Basílica. El centro de la atención de los peregrinos de pronto fueron los bailes y danzas tradicionales provenientes de Guerrero.
«Un día que prendí la televisión y vi muchos danzantes, agarré mi máscara, mi charrasca y me viene a danzar. Ahorita ya es tradición, además de venir a darle gracias (a la virgen)», dijo Jonathan, quien interpretó «La Danza de los Diablos», una tradición afromexicana de Cuajinicuilapa, Guerrero.
Extranjeros también fueron asiduos a este lugar para ver cómo es que en la capital esta tradición mueve masas, multitudes que dejan todo por cumplir con su objetivo.
Sobre el piso se ven a aquellos peregrinos que, tras el largo trayecto, han decidido descansar para pensar en el regreso a casa, mientras cuadrillas de limpieza barren de las calles los restos de una procesión que no tiene comparación. Sun