Era 11 de noviembre de 2021 y Carmen Salinas tenía su último llamado de grabación para la segunda temporada de la serie Ana, la locación era una iglesia de la Ciudad de México y ella terminó su trabajo justo antes de la misa de las 19:00 horas. La producción hizo una breve pausa mientras se desarrollaba la homilía, pero al regresar se llevaron una sorpresa: la actriz estaba sola rezando y pidiendo por sus seres queridos.
“Llegaron todos los extras, como 200, todo mundo le dio un aplauso, un abrazo y nos despedimos, cual va siendo nuestra sorpresa que a las pocas horas la hospitalizan. Para mí fue una despedida muy bonita: trabajando, compartiendo con ella completamente sana, lúcida”, recordó Ana de la Reguera, creadora y protagonista de la serie. La llegada de Carmen a esta producción fue singular. En la primera temporada, la voz interior que «no deja en paz» a Ana es su madre (interpretada por Tina Romero), pero como en esta segunda parte ella está en persona en la casa de la protagonista, necesitaban que hubiera otro personaje que hiciera de esta especie de conciencia y De la Reguera y su equipo pensaron de inmediato en Carmen.
“Marcelo Tovar (escritor y director de Ana) dijo en broma: ‘estaría increíble que Carmelita Salinas se la pasara pendejeándola’, nos dio mucha risa y comenzamos a incorporarla al guión, pero con la incertidumbre de que nos dijera que no podía. Un día me la encontré en Televisa y se lo pedí. Me dijo: ‘me encantaría, Ana’”. SUN