Rodeado de familias y personas de todas las edades, vestidas con trajes y disfraces alusivos al Día de Muertos, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar acompañó a su hija, Yazmín Ramírez Espinoza, en el tradicional corte del pan de muerto, como parte de las actividades del Festival Xibalbalam.
El Parque Bicentenario de Tuxtla Gutiérrez se llenó de alegría, color y fraternidad, donde las y los asistentes disfrutaron de esta celebración que honra una de las tradiciones más representativas de México. En ese marco, el mandatario agradeció a quienes elaboraron el monumental pan de muerto compartido por todos los presentes, al destacar que este alimento es una ofrenda simbólica dedicada a los fieles difuntos.
“Es la primera vez que se realiza una celebración de esta magnitud en Tuxtla Gutiérrez, y llegó para quedarse. Año con año iremos mejorando lo que hicimos en los panteones y espacios públicos para poner a Chiapas en los ojos del mundo. Todo fue pensado y realizado con mucho amor y cariño para el pueblo, y también con el propósito de mostrar a Tuxtla Gutiérrez y a Chiapas al mundo. Gracias a todas y todos los jóvenes, artesanos y emprendedores que fueron parte de esto”, expresó.
Por su parte, Yazmín Ramírez resaltó el talento de las y los artesanos chiapanecos que dieron forma y color al parque con piezas elaboradas a mano, reconociendo su dedicación y creatividad en cada detalle. Boletín oficial





