En un mercado global cada vez más exigente, la trazabilidad y la sostenibilidad marcan la pauta del consumo. El café no es la excepción: según datos de Statista, 52% de los consumidores a nivel mundial considera la sostenibilidad un factor decisivo al momento de elegir su taza.
Hoy no basta con comprar granos; hoy está en construir relaciones a largo plazo con los productores, proteger los ecosistemas y garantizar condiciones justas a lo largo de toda la cadena de valor.
Un ejemplo claro es el Plan NESCAFÉ de Nestlé, que a nivel global ha logrado que más del 93% del café utilizado provenga de fuentes con trazabilidad verificada. La estrategia incluye acompañamiento técnico en campo, compras directas a caficultores y el uso de herramientas digitales para garantizar transparencia.
En México, el programa trabaja de la mano con más de 16 mil productores en Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero, fortaleciendo la calidad del café y la resiliencia de quienes lo cultivan.
Porque un buen café no comienza en la taza, sino en el compromiso con su origen.
Abastecer con conciencia: el nuevo estándar del café
En un entorno global donde los consumidores valoran cada vez más la trazabilidad y la sostenibilidad de lo que consumen, el café no es la excepción. De acuerdo con un estudio de Statista, 52% de los consumidores globales considera que la sostenibilidad es un factor determinante al elegir su café. Ya no se trata únicamente de comprar granos, sino de construir relaciones a largo plazo con los productores, proteger los ecosistemas y garantizar condiciones justas a lo largo de toda la cadena de valor.
El Plan NESCAFÉ, de Nestlé, es un claro ejemplo de esta transformación. Actualmente, a nivel global más de 93 % del café que utiliza proviene de fuentes con trazabilidad verificada. Esta meta se respalda con un modelo de abastecimiento que privilegia el acompañamiento técnico en campo, la compra directa a caficultores y el uso de herramientas digitales para asegurar transparencia y trazabilidad. En México, el programa trabaja con más de 16 mil productores en Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero, y ha logrado fortalecer tanto la calidad del café como la resiliencia de quienes lo cultivan. Porque un buen café no empieza en la taza, sino desde el compromiso con su origen. Tome nota.





