Ciudad de México, marzo 8.- Sergio Ramos se llevó el protagonismo en el empate entre Cruz Azul y Monterrey (1-1), en un juego que el equipo cementero no supo ganar y que acabó sufriendo, debido a que se quedó con 10 hombres la mayor parte del segundo tiempo, por la expulsión de Gonzalo Piovi.
Pero de inicio, el veterano defensor español dio de qué hablar, demostrando por qué es el jugador de moda en la Liga MX.
Desde que llegó a CU, Ramos sabía que esa noche sería suya. En el minuto 11, después de un tiro de esquina, hizo lo que mejor sabe: se levantó y de cabeza, en su estilo clásico, venció a Kevin Mier, portero de Cruz Azul. Este fue el segundo gol de Ramos a los cementeros, el primero llegó en 2014, en el Mundial de Clubes, cuando defendía los colores del Real Madrid.
Pero después de la euforia todo regresó a la normalidad, Cruz Azul comenzó a dominar y el empate llegó por medio de Ignacio Rivero (21′). Con el marcador igualado, Rayados se metió atrás, buscando resguardar su portería, mientras que Cruz Azul adelantaba líneas y tomaba el control del partido, pero sin concretar, por falta de puntería y la buena actuación del portero regio, Luis «Mochis» Cárdenas.
Llegó la expulsión de Gonzalo Piovi (74′), pero los azules siguieron buscando el gol, aunque ni Ángel Sepúlveda, ni Nacho Rivero, ni Mateusz Bogusz lograron vencer la cabaña rayada.
Por ahora, Vicente Sánchez respira tranquilo, pero cada partido es una evaluación, y la vuelta de octavos de final de la Champions Cup con Seattle Sounders será clave para su futuro. Monterrey, por otro lado, sigue sin brillar. SUN
Cruz Azul Araña un Punto vs Rayados
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