El Tiro por la Culata
Oscar D. Ballinas Lezama
Bien dicen que el miedo no anda en burro; y el Gobierno Federal tuvo que poner sus barbas a remojar al darse cuenta que autorizar otro aumento en el precio de las gasolinas, provocaría que ardiera Troya y ha tenido que reconocer que son tiempos en que ‘el horno no está para bollos’; por lo que no le quedó más remedio que ‘aplazar’ el nuevo incremento a los hidrocarburos.
Lo que el pueblo mexicano parece aún no asimilar, es que con el primer aumento de este año a las gasolinas, basta y sobra para tener la economía de todos al filo de la navaja; aunque ahora la Secretaría de Hacienda muestre una careta de ‘benevolencia’, no puede ocultar que con esa medida grosera acabó de hacer trizas la precaria economía del pueblo, porque a ‘palo dado, ni Dios lo quita’.
En estos tiempos de las reformas locas, los políticos empiezan a tejer su entramado electoral con miras al 2018, pensando que al que madruga Dios le ayuda buscan ponerse bajo los reflectores de los medios de comunicación, que poco o ningún caso les hacen pensando que son lobos de la misma loma.
Como botón de muestra tenemos los casos del tristemente célebre Pablo Abner Salazar Mendiguchía, quien al igual que Juan Sabines Guerrero, quienes con gran cinismo y desvergüenza realizan campaña electoral, buscando regresar a sus tiempos de dictadores y depredadores del erario.
El exdictador de Soyaló, conocido también en aquellos tiempos como ‘come santos y defeca diablos’, engañó con su labia demoniaca a los pastores evangélicos que vendieron su alma al mismísimo Satanás, dejando a un lado sus principios cristianos y utilizando la Biblia para llevar al poder a Pablo Abner, quien en los primeros meses de su mandato como gobernador de Chiapas mandó a tomar con la fuerza pública el poder judicial, creó otra Constitución y puso bajo sus zapatos la débil voluntad de los Diputados locales que terminaron convertidos en sus títeres.
Enloquecido con el poder, el ‘Trump chiapaneco’ de ese entonces, desaforó a Pedro López Salazar que fungía como Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en esta entidad, ya que cometió el gran delito de exigirle al sátrapa que detuviera las matanzas y desapariciones de indígenas, según consta en los archivos públicos.
Con una enorme cola que le pisen, el que se ostentó como ‘el jaguar mayor’, por el equipo mediocre de futbol que presuntamente compró con los dineros del pueblo, ahora regresa a Chiapas tratando de ser ‘el hijo pródigo’ y se llena la boca diciendo que en su gobierno todas las peras fueron dulces, por lo que los chiapanecos deben ir ya pensando en reelegirlo como dueño de la esperanza.
Las denuncias en aquellos tiempos le llovieron a Pablo Abner, entre ellas las que le acusaron de haber comprado un Viñedo en Chile y una residencia monumental denominada ‘Los Patos’ en la colonia del Valle, Río Sena número 222 en Monterrey Nuevo León, con un costo aproximado a los 500 millones de pesos, entre otras propiedades que supuestamente adquirió dentro de su administración.
Las autoridades encargadas de investigar cuál fue el destino de los más de diez mil millones de pesos que recibió para entregarlo a los damnificados del huracán “Stan”, hasta ahora se han hecho de la ‘vista gorda’, pese a que la gran mayoría de los afectados jamás vieron un solo centavo de esa ayuda internacional.
Cuando Jesús Ortega, un alto jerarca de las tribus del partido del sol azteca (PRD), vino a Chiapas para buscar al suplente de Pablo con quien tuvo que visitar casi todas las cantinas de la capital chiapaneca para encontrarlo, sin imaginar que el entonces alcalde de ‘Conejolandia’ terminaría como verdugo de su padrino político.
Pablo Abner y su compadre del alma, Rubén Velázquez, entonces Secretario de Gobierno, estaban convencidos que se convertiría en protector de todas las sinvergüenzadas que habían hecho; temían que el candidato del PRI, José Antonio Aguilar Bodegas, si llegaba a Gobernador iniciaría una cacería de brujas contra ellos, sin embargo, les salió el ‘tiro por la culata’.
Años después, Sabines Guerrero fue quien fraguó su encarcelamiento y también el de 40 de sus funcionarios, acusándolos por el delito de fraude en el manejo de los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales del huracán “Stan” en el 2005, así como por la muerte de varios bebés en el hospital de Comitán.
Su excelencia ‘Juan II’, al igual que su antecesor, pareció enloquecer con el poder y las bebidas espirituales que se rumoraba consumía casi a diario; éste llegó ‘con la espada desenvainada’ para cortarle la cabeza a quien consideraba sus enemigos políticos, entre ellos al hoy secretario del Campo, José Antonio Aguilar Bodegas, a quien acusó de recibir grandes cantidades de dinero como promotor del corporativo Álvarez Puga y Asociados, según la Procuraduría de Justicia en ese entonces; ahí inicia la corrupción de otro sátrapa que también dejó en la vil ruina a Chiapas, pero esa es otra historia que les vamos a contar.
En otras cosas, el senador Luis Armando Melgar, sigue haciendo ruido en el Senado de la República, debido a las deportaciones de mexicanos que el ‘loco Trump’ está haciendo en la frontera norte; el legislador chiapaneco pide que se implemente un programa de reincorporación productiva y asesoría jurídica que permita recibir a todos aquellos chiapanecos deportados de los Estados Unidos.
Comentando otros temas, el gobernador Manuel Velasco Coello ha machacado constantemente que la preservación, conservación y utilización del medio ambiente es una responsabilidad de todos y nos debe unir a los mexicanos, porque de ello dependen el futuro de nuestro país, de Chiapas y el mundo entero.