Por Carlos Z. Cadena
Sabines y Albores: Dos Exgobernadores Satanizados en la Leyenda Negra del PRI en Chiapas.
El fantasma incesante y continuo de la salida de Roberto Albores Gleason al frente del PRI chiapaneco ha crecido hasta el fastidio y el malestar geométricamente entre los fieles seguidores del tricolor, donde no solamente es estar en contra de un “secuestro de un partido político” por parte de la familia Albores, sino que hay al menos 10 dirigencias estatales del tricolor con sus respectivos fenómenos de militancia genuina, que no se les permite participar ni en el trabajo partidista, ni en el de carácter social, lo que alimenta a un instituto político y, lo más abominable, los Albores le pusieron un cerco para alejarlos del PRI, fueron completamente bloqueados los exdirigentes a la primera visita que hizo a Chiapas como nuevo dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, y que fue justamente a Comitán, tierra de Albores Gleason.
El pasado 9 de Octubre del 2016, Enrique Ochoa Reza registró su primera visita a Chiapas y donde asistió a un evento de exclusión y eliminación de los priistas, donde no solamente fueron también los exdirigentes históricos y su priismo acendrado, sino se bloqueó a otras figuras de renombre que han ocupado otros cargos públicos nacionales y estatales, fue prácticamente un evento para exaltar su figura y crear un nuevo PRI con sello alborista, y desde esa fecha con perversidad futura electorera. A Albores Gleason le acababan de entregar la estafeta de la Secretaría de Gestión Social del PRI nacional y aquello enloqueció el arribo de Ochoa Reza. Toda esta maniobra siniestra de bloqueos y cercos, de esta visita se la adjudican al exgobernador Roberto Albores Guillén, a quien se le considera el “piloto” autentico en la carrera política de su hijo. Y hay razones de sobra para decirlo:
El 13 de Septiembre de 2006, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobó por unanimidad expulsar de sus filas al exgobernador interino de Chiapas, Roberto Albores Guillén, por haber apoyado al candidato de la coalición Por el Bien de Chiapas (PRD-PT y Convergencia), Juan Sabines Guerrero, al grado de crear una corriente priista denominada Fuerza Democrática, a través de cual logró la adhesión de 27 presidentes municipales priistas que con el señuelo de demandar la democratización del partido, se alió a Sabines, porque no le habían dado la candidatura del PRI, sin embargo el Comité Ejecutivo Nacional encabezado por Mariano Palacios Alcocer optó por Aguilar Bodegas, decisión con la cual dejó fuera no sólo al Exgobernador, sino al propio Sabines, quien optó por ser el candidato del PRD y fue quien ganó los comicios locales del 20 de agosto de ese año. Esta maniobra de crear una corriente nueva es justamente la que pretenden repetir “Los Albores”, porque ya les funcionó, por eso el fenómeno de bloqueos y cercos.
Para nadie es un secreto que el legítimo y probado “bunker priista”, el de las operaciones priistas se mudó del edificio de Santo Domingo” de Tuxtla Gutiérrez, a la casa y rancho del exgobernador Roberto Albores Guillén en Comitán, donde convergen las pequeñas peregrinaciones claves de priistas y periodistas, con su aliado desde el 2006, el Cónsul en Orlando Florida, Juan Sabines Guerrero, quien también es promotor de Albores Gleason, y operadores -Albores Guillén-Sabines- de crear ahora un “PRI alborista”, porque la primera ya les funcionó de entregar el PRI en los primeros tres años, al PVEM. A los “Albores y Sabines” les convino más manchar al PRI de Verde, que defender con pundonor la alianza PVEM y PRI. A Sabines se le considera el creador de la debacle financiera en Chiapas y que tiene de cabeza a la entidad, por los pagos que se dan a la banca ante la gran deuda que se adquirió en su gobierno sexenal.
Sabines y Albores Guillén, este último apodado “Satanás”, se hicieron en el PRI, sus antecedentes fueron priistas, sus cargos públicos en su carrera siempre con sello del tricolor, pero ambos con fines políticos convenencieros, “traicionaron” al partido que les dio el poder económico y político, los dos con ADN parecidos se aprovecharon y beneficiaron, no importando que se desdibujara su partido, al grado que uno lo expulsaron y el otro se fue con la oposición: Justamente son los dos que tienen secuestrado al PRI estatal a través del “Diablito” como le dice de cariño al Junior Albores. Es increíble esta postal. Luego entonces, ¿qué valor moral pueden tener ante el pueblo de Chiapas?
En resumen, el PRI estatal vive sus peores momentos históricos, donde no funciona ni el que se dice el dirigente estatal del partido y el Secretario de Gestión Social nacional, que es la misma persona. Ni puede con el paquete estatal, mucho menos con el paquete nacional. Por eso se vislumbra el fracaso del dirigente nacional Enrique Ochoa Reza, también en ese partido, porque fue ingenuamente engañado en Comitán, al asistir a una fiesta exclusiva partidista de la gente que escogió el exgobernador Roberto Albores Guillén, (irónicamente el expulsado del PRI).
Dos Exgobernadores y un camino: El secuestro del PRI, que lo están moviendo a su antojo.
La Senaduría que no Aceptó Albores Gleason.
A principios de año, el periodista Roberto Domínguez Cortez, escribió en la revista IMPACTO de circulación nacional:
“La biografía política personal de Roberto Albores Gleason le impide postularse por el PRI. Hay demasiados argumentos en su contra. En el 2006 aparecía como candidato suplente del senador Manuel Velasco Coello. Después de la expulsión del PRI de su padre, Roberto Albores Guillén, Albores Gleason renunció, pública y simultáneamente, a la candidatura y al PRI. Como el calendario electoral estaba muy avanzado, ya no fue posible excluirlo de las boletas y permaneció en fórmula con el actual Gobernador de Chiapas. Su actitud paterno-filial en nada lo exonera de la traición y, por el contrario, se agrava con la complicidad. Roberto Albores Gleason era candidato priista y, al mismo tiempo, secuaz incondicional del candidato perredista a la gubernatura Juan Sabines. Bajo esas circunstancias, Albores Gleason aceptó de Albores Guillén el nombramiento y el honor (sic) de representar a Fuerza Democrática como coordinador operativo estatal “. Y remata:
“Sin embargo, también Albores Gleason se convirtió en un contumaz violador de la Constitución. A mediados de abril de 2012, el senador, del Verde Ecologista, Manuel Velasco Coello solicitó licencia para buscar la gubernatura de Chiapas. Por disposición del artículo 63 constitucional, tocaba al suplente Albores Gleason asumir la titularidad de la vacante en el Senado de la República, a lo cual se negó. Así lo hizo saber el presidente del Senado, Ricardo García Cervantes, al manifestar que cuando solicitó la presencia de Albores Gleason, este adujo que iba a contender por una senaduría en el Estado de Chiapas y, por lo tanto, estaba imposibilitado para protestar el cargo”.
Hechos increíbles pero cierto.
PD: Causó tristeza y abatimiento entre la población chiapaneca la muerte del exgobernador Absalón Castellanos Domínguez. Históricamente el exgobernador que caminó más en Chiapas sin que tuviera desafíos o desdenes.