Caravana Madre
Oscar D. Ballinas Lezama
Conforme pasan los días los habitantes del Soconusco ya no saben a qué santo encomendarse y viven con el ‘Jesús’ en la boca, debido a la inseguridad que sigue prevaleciendo en los municipios costeños que conforman ‘el túnel migratorio centroamericano’.
La incertidumbre ha crecido en esta región luego de la noticia que dio hace pocos días la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, respecto a la ‘caravana madre’ que integran no menos de 20 mil hondureños, quienes presuntamente entrarán a territorio mexicano por la frontera de Suchiate y Talismán.
Trascendió que será muy difícil controlarlos en esta frontera sur, la Secretaría de Gobernación podría crear un cerco migratorio para contener esa nueva caravana de indocumentados entre el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y Coatzacoalcos, Veracruz, en donde al parecer se les dará permisos temporales de visitantes y de trabajo, ya no las visas humanitarias que se venían entregando en forma masiva en Suchiate y Tapachula.
Por otro lado, los soconusquenses solicitan a la Federación que a través de la Secretaría de Salud, intervenga en la frontera con Guatemala para hacer un barrido médico entre los extranjeros que cruzan el Suchiate para ingresar a México vía Costa del Soconusco en Chiapas, ya que existe la presunción de que mucha de esta gente migrante viene contaminada de diferentes enfermedades, representando un peligro no solamente para los habitantes de los pueblos y ciudades por donde pasan o pernoctan.
“Ya nos llevó el payaso, el verdadero costo de este fenómeno migratorio lo están resintiendo las poblaciones que encuentran en su camino, que han empezado a ser degradadas por los migrantes antisociales que en forma violenta exigen derechos que ni siquiera los que hemos nacido en estas tierras tenemos, amén de que muchos de estos extranjeros son perniciosos y al quedarse a sobrevivir en la región ha aumentado el número de delitos, así como la inconformidad de la sociedad soconusquense”, dijo el empresario Fidel González Espinosa.
Para nadie es secreto que la mayoría de los extranjeros que iniciaron su peregrinar por tierras mexicanas, luego de que de buena fe la nueva administración federal les abriera las puertas de par en par en la frontera sur, atendiendo a los principios humanitarios que deberían prevalecer en el mundo.
Al parecer los migrantes centroamericanos y cubanos mal entendieron esa nueva política que les dio la mano, sin pensar que terminarían mordiéndola y entrampando a sus benefactores en un problema de seguridad nacional.
Desde las primeras caravanas que ingresaron violentamente por la frontera mexicana, la gente se dio cuenta de la clase de personas que son, pues llegaron exigiendo que se les regularizara su estancia en este país con la finalidad de continuar su camino hacia la frontera norte y pedir, según ellos, asilo político en los Estados Unidos de Norteamérica.
En su transcurso por suelo soconusquense, muchos de estos migrantes agredieron e insultaron las leyes de México y a los mexicanos, hace pocos días Ángel Bruno Vázquez, uno de los reporteros gráficos de EL ORBE, en Huixtla, fue golpeado por un cubano iracundo en Acacoyagua, sin que las autoridades hicieron algo para proteger al connacional y castigar al extranjero, demostrándose con ello, que ahora ’los patos le tiran a las escopetas’, ya que de paso sea dicho, los migrantes indocumentados tienen más garantías que los nacidos en este país.
Las agresiones de los extranjeros indocumentados que transitan en forma ilegal por territorio nacional, han llegado hasta los comunicadores sociales que cumpliendo con su trabajo informativo tratan de obtener la noticia cerca de esas caravanas de migrantes, por lo que quienes estamos en el medio de la comunicación pedimos a las autoridades de los tres niveles de Gobierno, se respete el derecho a la libre expresión y se haga cumplir la ley, atendiendo al hecho de que nadie puede estar por encima de ella.
Se ha comprobado que muchos de estos extranjeros perniciosos y violentos se comportan como ‘limosneros con garrote’, sin que se nos vaya a considerar discriminadores, simplemente no se puede concebir que nadie atente contra los derechos de otros, mucho menos cuando ingresan a un país que no es de ellos y que les ha abierto los brazos tratando de ayudarlos en forma humanitaria, no se vale de que a cambio de ese gesto insulten, agredan, asalten, violen y asesinen a quienes le tienden la mano, no cabe duda que ‘mal paga el diablo a quien bien le sirve’.
La noticia bomba es ahora el peligro social que representa la posible llegada a la frontera mexicana de la ‘caravana madre’, con 20 mil hondureños, quienes de no lograr cruzar el ‘charco’ en la frontera norte, no tendrán más que quedarse en México y gran parte de ellos no caminarán hasta el norte del país, simplemente se irán acomodando en los municipios del Soconusco, Oaxaca, Veracruz, Puebla y la Ciudad de México.
Bastante tenemos ya con el precio de las gasolinas y la luz, que aún no bajan y siguen teniendo al pueblo contra la pared; y ahora con la posibilidad de que el proyecto de la Zona Económica Especial en Puerto Chiapas no pudiera echarse a andar, las cosas serán muy difíciles para quienes nacieron y viven en Chiapas, principalmente en el Soconusco.
El Gobernador actual y su equipo de trabajo, están haciendo hasta lo imposible por enderezar el barco, de ahí el peligro de echarle más lastre con esa gente que busca desesperadamente sobrevivir, sea como sea. El diablo nos agarre confesados.