Memorándum, Como Hecho Para Gurría
Ernesto L. Quinteros
“Me dirijo a ustedes con la instrucción clara y precisa de no permitir, bajo ninguna circunstancia, la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, ninguna de esas lacras del antiguo régimen”…así comienza diciendo el memorándum del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador enviado a funcionarios de la mal llamada 4ª Transformación, hace unos días.
Con este primer párrafo, sin querer, Obrador describió a detalle todo lo que aquí practican a diario los funcionarios del Ayuntamiento de Tapachula que aún preside Oscar Gurría Penagos.
Los días, semanas, meses pasan, y la decepción de la población tapachulteca hacia el Gobierno Municipal morenista cada vez es más evidente.
Gurría inició mal y seguramente terminará mal su gestión, no sólo por su soberbia y cerrazón, sino también porque hasta la fecha sigue sin consolidar un buen equipo de trabajo que le permita dar resultados, abriendo diferentes frentes contra su mal Gobierno.
El memorándum enviado por el Ejecutivo Federal, describió, en pocas palabras, todo lo que aquí acomete con toda impunidad el presidente municipal Gurría y compañía.
En primer término, “la corrupción” en sus diferentes expresiones, desde el mal ejercicio de recursos públicos de diferentes partidas presupuestales de las que se niega a informar, hasta evidentes actos de robo como el ambulantaje, que desde que inició su gestión, personal, supuestamente de Servicios Públicos, ha venido cobrando cuotas económicas a miles de personas que tienen vendimia en la vía pública en diferentes puntos de la geografía local, y el dinero no ingresa a la Tesorería Municipal.
Mientras que el influyentismo y el amiguismo, también es algo que a diario se practica en el actual Ayuntamiento de Tapachula, sobre todo en el DIF, y en la asignación de contratos a empresas presuntamente de familiares y amigos que prestan servicios a la comuna. Un ejemplo: la empresa que distribuye comida a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, sólo por mencionar un caso.
El nepotismo, también es el pan nuestro de cada día en el Gobierno local, pues es del dominio público que un buen número de la parentela del Edil y su esposa, Laura García Arjona, están enchufados en la nómina municipal o haciendo negocios con la administración en turno.
El documento enviado por AMLO a los funcionarios de los tres niveles de Gobierno no es casualidad, sino que es -como dicen los analistas políticos nacionales- ir deslindando responsabilidades, incluso sin importar que sean miembros de su familia. Lo que el Presidente quiere evitar es ser cómplice de malos funcionarios, sobre todo cuando él está bajo una metralla impresionante de críticas y reclamos, que les guste o no aceptar, ha mermado su popularidad.
El edil Gurría y su amplio equipo de asesores no deben de olvidar que llegaron al cargo que hoy ostentan gracias al efecto Obrador, y generado también por el hartazgo ciudadano.
En el pasado la gente se cansó de ver tanta impunidad, tanto abuso de poder por parte del anterior régimen, y el Gobierno Municipal de MORENA en Tapachula, representaba en la localidad la esperanza de un cambio, no sólo para eliminar la corrupción, el influyentismo, el amiguismo y el nepotismo, sino para que diera resultados en beneficio de la población, pero desafortunadamente… ha sido un fracaso.
En tan solo ocho meses el Gobierno Municipal de Tapachula ha decepcionado a la población que le brindó la confianza en las urnas, ya que carecen de programas y proyectos de beneficio para los tapachultecos.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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