El Muro Humano
Oscar D. Ballinas Lezama
Un ojo de la cara le está costando al pueblo mexicano el sostenimiento de miles de migrantes que están varados en este país, luego de la actitud xenofóbica del presidente Donald Trump, que usa el chantaje de la amenaza de los aranceles para obligar al Gobierno azteca a cerrarle el paso a los indocumentados que intentan alcanzar la frontera norte.
La presión del mandatario estadounidense ha ido más allá de una simple contención migratoria, con sus bravatas de mal vecino ha logrado que la misma Guardia Nacional se ocupe en los aseguramientos de migrantes y en coordinación con el Instituto Nacional de Migración, éstos sean deportados sin importar el costo económico que genere al Gobierno mexicano.
Por otro lado, los analistas políticos coinciden en que los apoyos económicos que está dando México, y ha prometido seguirá entregando en forma anual a Guatemala, Honduras y El Salvador, no es más que el producto de esa presión del ‘rey del norte’, que con estos movimientos políticos está logrando su objetivo de ganar votos para su reelección y de paso cumplir su capricho de construir el muro.
Actualmente, se anuncia que se invertirán 60 millones de Pesos para remodelar la estación migratoria, la que presuntamente recibió el año pasado 6 mil 248 millones de Pesos, los que hasta ahora nadie sabe en dónde fueron a parar; es un tema que no debe quedar en el olvido y las actuales autoridades tienen la obligación de investigar el asunto, so pena de convertirse en presuntos cómplices en el caso de que, efectivamente, se haya dado ese dinero, que, al parecer, fue desviado.
Se había dicho, antes de la exigencia del ‘rey del norte’, que las estaciones del INM en el país ya no serían ocupadas para albergar a los migrantes detenidos, simplemente se convertirían en oficinas administrativas, sin embargo, el Gobierno mexicano echó reversa ante la necesidad de encerrar ahí a los cientos de migrantes que siguen llegando y tratan de continuar su camino hacia los Estados Unidos.
Para nadie es secreto que en los diversos municipios fronterizos, especialmente en Tapachula, están varados miles de migrantes indocumentados provenientes de Centroamérica, Cuba, África y Medio Oriente, quienes tienen la promesa del Gobierno Federal de darles trabajo, mientras que realizan la tramitación legal de sus documentos migratorios; el desorden vino hace unas semanas cuando el INM y la Guardia Nacional empezaron a levantarlos de las calles y catear hoteles y viviendas en donde se hospedan, para asegurarlos y deportarlos.
Solo así, el Gobierno mexicano ha podido cumplir en gran parte con la cuota impuesta por Donald Trump, quien satisfecho por el despliegue de más de 20 mil soldados de la Guardia Nacional que han formado un muro humano en esta frontera sur, contienen y rechazan a miles de migrantes.
Aunque el Presidente gringo no está satisfecho del todo, acepta que los mexicanos están trabajando bien en ese tema y por ello, el canciller Marcelo Ebrard, logró obtener otra prórroga de 45 días más para demostrar que por la frontera sur no pasará ya ni el viento; una tarea sumamente difícil porque por otro lado se trabaja en la defensa y protección de los derechos humanos del migrante, lo que tiene atrapado entre la espada y la pared al Gobierno mexicano, que tarde o temprano tendrá que buscar otra estrategia política para evadir los abusos de su majestad “Donald I”.
Quienes conocen los recovecos de la política, presumen que el presidente Andrés Manuel López Obrador, está jugando bien sus piezas en el ajedrez político internacional, dando tiempo al tiempo a las próximas elecciones en los Estados Unidos, en donde hasta ahora, los opositores de Trump llevan la ventaja sobre él, esa sería la carta más fuerte del Tlatoani Azteca, que ha venido tratando el tema con pinzas para evitar que Goliat se le venga encima.
El problema para México es que ha tenido que invertir muchos recursos económicos en el tema migratorio, incluyendo también la Guardia Nacional que por ahora no puede dedicarse de lleno a combatir la inseguridad, en consecuencia, la violencia impulsada por el crimen organizado está siendo muy difícil de contener; son tiempos muy difíciles, los que hasta ahora ha sabido capotear López Obrador, aunque algunos se nieguen a reconocer ese mérito del ‘Señor de Macuspana’.
Son tiempos en que los chiapanecos debemos tener unidad, trabajar hombro con hombro al lado del Presidente y del Gobernador, la hierba puede arder y acabar con nuestra casa en común, es hora de luchar juntos por un mejor país y cesar los divisionismos que no llevan a nada bueno; hay que luchar por nuestra generación y las que vienen detrás, no seamos egoístas y trabajemos unidos para dejarles a nuestros hijos y nietos un mejor México.
