Por Oscar D. Ballinas Lezama
Aumentó el Desempleo
“Cuando pidas lluvia tienes que aguantarte el lodo” (refrán popular)
Se sabe que mucha gente se queja de no tener dinero, la mayoría de las familias mexicanas venían cargando sobre sus hombros la falta de fuentes de trabajo, lo que empeoró este año del cerdo que está por terminar, con los despidos masivos de miles de trabajadores de la administración pública, quienes ahora forman el ejército de desempleados.
Para nadie es secreto que la gente de este país de las maravillas, estaba harta de la corrupción y los abusos de quienes durante 70 años desgobernaron la nación azteca, deseaban con ansias una nueva forma de gobernanza, en la que los marginados de siempre tuvieran la expectativa de mejorar sus condiciones de vida.
Las promesas de los nuevos Mesías, calaron en lo más profundo de las esperanzas de los casi 60 millones de mexicanos que viven en extrema pobreza, quienes volvieron a escuchar a los políticos hacer el compromiso de bajar los altos precios de las gasolinas y la luz eléctrica, que se han convertido en el motor de la economía mexicana; desgraciadamente eso no sucedió, la gente sigue caminando los mismos caminos de pobreza y marginación que caminaron con los antecesores del ‘Gran Tlatoani’.
Quienes sufren en carne propia los estragos del poco crecimiento económico, la cancelación de diversos proyectos públicos como la Zona Económica Especial en Puerto Chiapas, el aeropuerto de Texcoco en la Ciudad de México (como botones de muestra), sienten que continúan viviendo en un clima donde la situación económica y de seguridad no ha avanzado gran cosa, no obstante, haber sido un compromiso hecho en campaña por los políticos que abanderan ‘la cuarta transformación’.
El programa de austeridad republicana no queda muy claro, al menos parece ser que la gran mayoría de gobernantes estatales y municipales aún no les cae el veinte; analistas conocedores del tema, opinan que los ‘desobedientes’ de la voluntad del Presidente y el espíritu de la Cuarta Transformación, le hacen al ‘tío lolo’ para ‘llevar agua a su molino’ y hacerse ‘de mulas Pedro’, mandando al carajo el Programa de Anticorrupción y Ahorro Presupuestal, porque lo que menos les importa es la suerte del pueblo.
La verdad sea dicha, los nuevos gobernantes y sus funcionarios vienen avanzando ‘a paso de tortuga’, sin embargo, se le reconoce al Presidente de la República y algunos Gobernadores, como el caso de Rutilio Escandón en Chiapas, así como los ejecutivos estatales de Querétaro, Sinaloa y Yucatán, quienes fueron evaluados por sus conciudadanos como muy honestos y capaces.
El sol no se puede tapar con un dedo, una cosa es tener una gran voluntad de trabajar con la decencia y capacidad a lo que están obligados, y otra es, prometer mejorar las condiciones de vida de las clases más desprotegidas y vulnerables; los programas sociales solamente ayudan a algunos sectores; sin embargo, no solucionan su problema de fondo, es usar el dinero de los contribuyentes que se soban el lomo para mejorar la obra pública, la seguridad, el sector salud y educativo, para regalarlo a mucha gente que está en condiciones de trabajar, como en el caso de los ninis y madres solteras que reciben el apoyo conforme a la cantidad de hijos.
Ojalá que el próximo año que está por llegar, el esfuerzo y las promesas del Presidente de la República se empiecen a hacer realidad, sobre todo en las entidades que durante décadas han estado marginadas y olvidadas, sufriendo pobreza extrema por muchas décadas; Chiapas es uno de esos estados, sobre todo porque la mayoría, sino todos, de sus ex gobernantes, actuaron como verdaderos depredadores del erario y dejaron una deuda casi impagable a su actual sucesor.
Los chiapanecos esperan un poco de justicia con el nuevo paladín, quien enarbolando la bandera de la anticorrupción, prometió limpiar las escaleras de arriba para abajo, sin embargo, el gozo se fue al pozo, ya que dentro del gobierno de la Cuarta Transformación, llegó aparejada la decisión del borrón y cuenta nueva, (con excepción de tres o cuatro ex gobernantes y ex funcionarios que cayeron de la gracia presidencial).
México aún no puede echar las campanas al vuelo, habrá que esperar al menos dos años más, para saber si los integrantes de la nueva casta divina que gobierna este país, en verdad ‘como roncan duermen’.
En otras cosas, sin pena ni gloria pasó otra navidad, en la que la mercadotecnia y el consumismo siguen desviando el verdadero espíritu de esta celebración del nacimiento de Jesús; todo es fiesta, borrachera, regalos, bailes, gritos, pleitos y al hijo de Dios, pocos son los que le hacen caso, la mayoría le cierran las puertas. Infinidad de niños y jóvenes de esta generación, no saben ni lo que celebran en sus hogares, solo esperan a Santo ‘papá Noel’ con los regalos.