Allan Cruz Hernández
(Especialista en Infraestructura y Políticas Públicas)
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es un megaproyecto de infraestructura en el sureste de México. Conecta los puertos de Salina Cruz en Oaxaca y Coatzacoalcos en Veracruz. Abarca una franja de 303 kilómetros, la más estrecha de México entre el océano Pacífico y el Atlántico.
La Plataforma Logística del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec integra servicios portuarios, interconectados por el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y el sistema carretero nacional. En conjunto, con el establecimiento de los Polos de Desarrollo, fortalecerá la actividad industrial y se ofrecerá una alternativa moderna y eficiente para el comercio regional y mundial.
El Corredor del Istmo de Tehuantepec genera grandes expectativas debido a su capacidad para transportar mercancías entre los océanos Atlántico y Pacífico. Algunos incluso consideran que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec podría ser competencia real para el Canal de Panamá como punto clave en el comercio marítimo mundial de mercancías.
Vale mencionar que durante muchos años, «El Chepe» fue el único tren de pasajeros que funcionaba en México, recorría parte de la sierra Tarahumara en el norte del país.
Esto cambió en septiembre 2023, cuando se inauguró la mitad del recorrido del tren interurbano México-Toluca. Sin embargo, el 15 de diciembre, cuando entró en funcionamiento la primera etapa del Tren Maya, en el sureste del país, se marca una nueva era del transporte ferroviario mexicano.
No obstante, es otra obra un tanto desapercibida, el Corredor del Istmo de Tehuantepec, quien revivirá kilómetros de antiguas vías de tren entre los estados de Oaxaca y Veracruz.
Por otra parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) incluyó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el «Decreto por el que se fomenta la inversión de los contribuyentes que realicen actividades económicas productivas al interior de los Polos de Desarrollo para el Bienestar del Istmo de Tehuantepec».
En éste se indica que se otorgarán beneficios fiscales y facilidades administrativas a los contribuyentes que realicen actividades económicas productivas al interior de los polos que sean determinados como tales.
Los beneficios fiscales consisten en un crédito que se aplicará contra el ISR de los primeros seis años y será de 100% para los primeros tres años, entre 50 y 90% para los siguientes tres años, posibilidad de tomar la deducción inmediata de hasta 100% en la compra de activos fijos y crédito de hasta 100% que podrá aplicarse contra el IVA de los primeros cuatro años.
Este proyecto generará beneficios a las actividades económicas productivas en los sectores eléctricos y electrónicos, semiconductores, automotriz, autopartes y equipo de transporte, dispositivos médicos, farmacéutica, agroindustria, equipo de generación y distribución de energía eléctrica, maquinaria y equipo, tecnologías de la información y la comunicación, metales y petroquímica.
Asimismo, la megaobra sexenal se considera una herramienta para combatir la pobreza mediante la creación de empleos.
Se espera que la construcción y operación del Corredor deje una derrama económica importante, que genere plazas de trabajo directas e indirectas, a través de la diversificación económica de la región, pero con énfasis en industrias como la manufacturera, agroalimentaria, turismo y logística.
Vale mencionar que uno de los objetivos del Corredor es aprovechar el potencial logístico del Istmo de Tehuantepec, por lo que se busca modernizar y ampliar dichos puertos, mejorar la conectividad y el transporte de mercancías entre ambos océanos, y reducir los costos y tiempos de envío.
Según estimaciones de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm), el desarrollo oportuno de la infraestructura necesaria permitirá que las nuevas empresas que se instalen en la región sumen 2 mil millones de inversión extranjera directa este año. Sun
