Raúl Rodríguez Cortés
Ojalá que Adán Augusto López ya tenga identificada en su radar la predisposición genética de Alejandro Moreno Cárdenas a la traición y la ambición, tal como lo confirman varios episodios de su historia política.
Y es que ahora resulta, según se cuenta en los pasillos del Senado, que el morenista, (…) es el protector y principal apoyo del reelecto presidente del PRI y líder de la más raquítica fracción senatorial tricolor en toda su historia.
«Alito», como le gusta ser llamado, le vendió a Adán Augusto la idea de que los quince Senadores priistas son y serán garantía para que cuente siempre con la mayoría calificada necesaria para aprobar reformas a la Constitución, aun cuando el morenista ya la tiene amarrada con el voto del panista Miguel Ángel Yunes, como pudo constatarse en la aprobación de las reformas judicial y la que prohíbe desde la carta magna que las modificaciones constitucionales sean impugnadas por la Corte vía amparo, juicios de inconstitucionalidad y controversias constitucionales.
La historia política de Alejandro Moreno Cárdenas es una crónica de traiciones que le han dado la fama y el apelativo del gran Judas del tricolor. Baste un somero repaso:
Traicionó e incluso persiguió al exgobernador de Campeche, José Antonio González Kuri (1997-2003), a quien llamaba tío y que lo apoyó para que fuera el dirigente juvenil del PRI en aquella entidad. También persiguió a otros apoyos políticos locales, como los que le dieron los exgobernadores Jorge Salomón Azar (1991-1997), su antecesor Fernando Ortega Bernés (2008-2015) y el arraigado grupo de Carlos Sansores Pérez, padre de la actual gobernadora Layda Sansores.
Luego le dio la espalada a José Murat, a la sazón gobernador de Oaxaca y a Roberto Madrazo, entonces dirigente nacional del PRI, quienes lo promovieron para que fuera el dirigente juvenil del tricolor a nivel nacional.
Tras la derrota de Madrazo en la elección presidencial de 2006, Moreno Cárdenas rompió con él y se fue a poner a las órdenes de Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, quienes llegaban con fuerza a los liderazgos priistas de las fracciones parlamentarias en el Senado y la cámara de Diputados, respectivamente. En ese período se le coló también a la entonces lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel como secretario de Organización.
Durante el gobierno de Peña, «Alito» se alió con el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong a quien desde la gubernatura de Campeche prometió respaldo a sus aspiraciones presidenciales, pero a la vez pactaba con el principal de sus contrincantes, el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Así, con esa doble cachucha, atizaba la rivalidad entre Osorio Chong y Videgaray, y empezaba a sembrar la idea de que él sería un gran candidato presidencial priista.
…la panista Xóchitl Gálvez reclama, hasta la fecha, el abandono del que fue víctima su candidatura por parte de los partidos coaligados y no deja de preguntar qué fue de los tres mil millones de Pesos de financiamiento público (dos mil millones del PAN y mil millones del PRI), ofrecidos y no completamente entregados a la campaña.
«Alito» ha traicionado a todos los que en algún momento han respaldado su carrera política o pactado con él.
Por eso ¡aguas Adán Augusto!
Instantáneas:
1. La Polémica Impugnabilidad. Hoy y mañana la cámara de Diputados debatirá y someterá a aprobación la reforma y adición constitucional que eleva a la máxima ley la prohibición de que las reformas constitucionales aprobadas por el poder permanente del Legislativo sean impugnadas por el Judicial (la Corte) vía amparos, juicios de inconstitucionalidad y/o controversias constitucionales.
Aun así, se trata de una de las reformas constitucionales más radicales en una generación, esto es, en al menos 25 años. Morena y la 4T argumentan que la mal llamada reforma de la «supremacía constitucional» no es violatoria del marco legal, de acuerdo con el primer párrafo del artículo 61 de la Ley de Amparo (reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución) que explícitamente dice: «El juicio de amparo es improcedente contra adiciones y reformas a la Constitución». Sun