* TLCAN Debe Enfocarse en Regularizar Inmigrantes.
Cuidadores de personas, trabajadores de la construcción, analistas, asistentes de enfermería, cocineros, servicio doméstico, contadores y desarrolladores de software, son algunos de los 20 oficios que en los próximos siete años tendrán mayor demanda en Estados Unidos. Poco más de 4 millones de nuevos empleos, según proyecciones del Bureau of Labor Statistics (BLS, Oficina de Estadísticas Laborales) de ese país; y la mayoría de ellos requieren un grado mínimo de estudios.
Si la próxima renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) incluye un capítulo laboral que regule de manera legal y ordenada la migración de mexicanos hacia Estados Unidos, éstos podrían concursar para la selección de miles de estos puestos. Y esta no es una especulación sin fundamento, sino una de las principales conclusiones del documento Shared border, shared future (“Frontera compartida, futuro compartido”) elaborado por el Center for Global Development —una organización independiente— que creó un grupo de trabajo multidisciplinario mexicano-estadounidense. El objetivo fue analizar y proponer cómo regular hoy la movilidad laboral entre ambas naciones.
Michael Clemens, autor principal de dicha investigación, explicó los detalles de su trabajo a EL UNIVERSAL. “El mercado negro laboral que ha prevalecido durante generaciones no ha servido al interés de Estados Unidos, pero tampoco al de México [por] que ha afectado su imagen y seguridad. Si [los países] trabajaran juntos por una cooperación y regulación laboral, sería mutuamente benéfico”, dijo.
“Pero al tema le ha faltado bilateralismo. Lo que le estamos diciendo a Donald Trump es que no necesita expulsar a los mexicanos, sino regular su situación; y eso no es un regalo de Estados Unidos a México, sino de Estados Unidos para Estados Unidos”, indicó.
Para realizar el estudio se necesitaron dos años de reuniones; algunas en México y otras en EU. Los copresidentes de la investigación fueron el ex presidente Ernesto Zedillo y el ex secretario de comercio estadounidense, Carlos Gutiérrez. También participaron 15 investigadores, académicos y ex funcionarios de ambas naciones, entre los que se cuentan el ex secretario de Gobernación Alejandro Poiré y el ex secretario de Economía y de Relaciones Exteriores Luis Ernesto Derbez.
El documento tiene un sinfín de números, pero uno en particular es puesto frente a la cara de Trump. “Los mexicanos constituyen 49% del total de los residentes de Estados Unidos que ingresaron al país o permanecieron en él de manera ilegal. Es decir, cinco de cada 10 indocumentados”. “Él debería reconocerlo”, señaló Gustavo Mohar, ex funcionario público en temas de seguridad y migración quien también participó en la investigación.
“El número de visas que los mexicanos sacan para ir a trabajar legalmente a EU en el sector agrícola va en aumento y también creció el número de visas relacionadas con otros servicios; por ejemplo, los estadounidenses de la tercera edad requieren de atención y el número de visas para enfermeras va al alza”. Es decir, hay una demanda de servicios que Estados Unidos no cubre y que requiere de trabajadores extranjeros, que podrían ser mexicanos.
Sí necesita mano de obra mexicana
Como ya se mencionó, de acuerdo con las proyecciones laborales de BLS, de 2014 a 2024 los oficios con mayor demanda en EU serán los de cuidadores de personas, vendedores de comercios minoristas, trabajadores de la construcción, cocineros, servicio de comida rápida, trabajadores manuales, choferes, mucamas y servicio doméstico, empleados de mantenimiento y cuidadores domiciliarios. Y destaca que no requieren ningún tipo de estudio para su desempeño.
Entre los empleos que sí necesitan estudios de secundaria se encuentran: agentes de atención al cliente, supervisores de oficina, apoyo administrativo y secretarias médicas. Con estudios mínimos de bachillerato habría trabajo disponible como asistente de enfermería, asistente médico y enfermero.
Mientras que, con estudios de licenciatura se requerirán: enfermeros titulados, gerentes generales y de operaciones, contadores, auditores, desarrolladores de software y analistas de sistemas informáticos.
Frente a este escenario, la US Mexico Foundation —que también participó en la investigación— habló de cómo podría realizarse una migración ordenada de México a EUA, con población no calificada, para los trabajos enlistados. “La idea no es bloquear a los estadounidenses de los puestos que les corresponden, sino aportar la mano de obra que necesita su mercado contratándolos de forma regulada —previa selección— desde México; con visas específicas y temporales expedidas de manera predeterminadas por los gobiernos de ambos países.
“Aquellos calificados para trabajar en EU deberán reconocer impuestos allá y acá; y al terminar su período de trabajo podrán regresar a su país sin tener que separarse de sus familias y esto evitará la permanencia de personas con visas vencidas”, precisó la titular de la fundación, Rebeca Vargas.
“Nuestros números indican que de aquí al 2029 habrá un promedio de 100 mil mexicanos que cada año buscarán irse a EU como trabajadores no calificados y hay que hacer algo al respecto”, continuó. “De no hacerlo, la problemática de la migración ilegal y sus consecuencias en Norteamérica serán imparables”. La investigación enlista tres de ellas. Uno, que la contratación de inmigrantes ilegales continuará afectando la economía y los salarios en ese país. Dos, el costo de la salud aumentará más porque los migrantes no tienen este servicio de forma legal. Y tres, el país se verá afectado con la reducción de los ingresos fiscales que provienen de los impuestos.
Trabajo: talón de Aquiles del TLCAN
“Frontera compartida, futuro compartido” documentó que, durante su historia como vecinos geográficos, ambas naciones han regulado la movilidad laboral temporal mediante dos convenios laborales bilaterales. El primero fue entre 1909 y 1917; el segundo entre 1942 y 1964, con los entonces llamados braceros. Lo que significa que desde hace casi medio siglo el tema no se ha vuelto a tocar.
En 1994, el TLCAN no consideró seriamente los flujos migratorios, por eso el 80% de los migrantes que llegaron no tenían permisos legales. En 2001, [los entonces presidentes George W.] Bush y [Vicente] Fox discutieron el tema, pero no se llegó por los atentados terroristas [del 11 de septiembre contra Estados Unidos]. Me parece que en esta renegociación se requiere liderazgo de México porque el liderazgo, en este momento, no vendrá del Norte”.
Una mano de obra mexicana regulada en EU, indica la investigación, traería resultados benéficos como aumento de la productividad gracias a las garantías que conlleva la formalidad (salarios específicos, incentivos y seguros) en lugar de salarios irregulares, violaciones a derechos humanos y aumento de muertes en el paso ilegal por la frontera. SUN