* CIENTOS DE LOCALES PERMANECEN CERRADOS O ABANDONADOS, PERO TAMPOCO SE ADJUDICAN A QUIENES DE VERDAD LOS NECESITAN.
* SE DISPARA EL AMBULANTAJE EN PASILLOS, ESTACIONAMIENTO Y ALREDEDORES.
Tapachula, Chiapas; 14 de Julio.- A escasos dos meses para que concluya la presente administración municipal, se espera que el Congreso del Estado entrante ordene una profunda investigación de lo ocurrido en Tapachula en los últimos tres años, sobre todo en el uso y destino de los recursos que el Ayuntamiento recaudó de manera discrecional.
Hasta ahora, se desconoce a cuánto ascienden los montos recaudados por concepto de baños públicos, parquímetros, expedición de permisos de uso de suelo, impuesto predial, multas, recargos y, el pago diario de miles comerciantes informales.
De acuerdo al Presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) local, Carlos Murillo Pérez, el ambulantaje creció alrededor de cien por ciento anual en la administración que aún encabeza el alcalde Neftalí Del Toro.
Habría que recordar que el problema del comercio ambulante en Tapachula fue atendido frontalmente por el Gobierno del Estado y al Ayuntamiento anterior, y les costó tres años para poderlos reubicar.
Antes de la llegada de los todavía empleados municipales, había quedado limpio todo el primer cuadro de la ciudad de vendedores informales y la economía se había estabilizado.
En ese entonces, había iniciado las operaciones el recién modernizado mercado “San Juan”, en donde un amplio estacionamiento de dos pisos; sus calles y pasillos estaban libres de informales y no había los cientos de máquinas tragamonedas, como está ahora.
Cada vez que se le cuestionó al Presidente Municipal del crecimiento de ese flagelo, argumentaba que la Síndico Rosario Vázquez Hernández, era la responsable de todo ello, con la anuencia de funcionarios estatales.
El mercado “San Juan”, a menos de seis años de haber sido inaugurado (6 de Noviembre del 2012), ha sido blanco de diversos señalamientos por presuntos actos de corrupción. Incluso, varias de esas quejas fueron denunciadas ante las autoridades judiciales, pero no pasó nada, comentó Murillo Pérez.
Ese centro de abasto fue modernizado luego de 30 años de servicio. Cuando se reinauguraron esas instalaciones, todos los espacios fueron entregados y estaban en funcionamiento.
Sin embargo, empezaron las protestas de supuestos locatarios y la invasión de las calles de otros que reclamaban derechos.
Esto obligó a llevar a cabo un proceso de verificación de lo que estaba ocurriendo, con lo cual detectaron que se habían cometido muchas irregularidades.
Ahí son alrededor de mil 700 locales y entre ellos había 116 ubicados en una zona llamada “D”, que era la más señalada de los supuestos actos de corrupción.
Algunos aseguraban que diversos locales fueron vendidos entre 80 y cien mil Pesos cada uno, y que los posesionarios informaron que entregaron el dinero a un funcionario municipal.
Además, que en ese sector del mercado también se repartieron espacios para amistades de anteriores autoridades.
De igual forma, que se adjudicaron a los beneficiarios, sin ni siquiera pasarlo a consideración del Cabildo ni tampoco elevarlo a rango en el Congreso del Estado.
Se calcula que solamente el 50 por ciento de los posesionarios de los locales de ese mercado cumple con toda la documentación que exige la normativa.
En el caso de los comerciantes que invadieron en esta administración municipal, los pasillos, estacionamientos y calles aledañas del “San Juan”, muchos de ellos son locatarios del segundo nivel del mercado y, con el argumento de que la población no subía a comprar, decidieron bajarse y tomar los espacios públicos, incluyendo el estacionamiento.
Hoy, cientos de locales del segundo nivel se encuentran cerrados o abandonados, sin que la autoridad les exija a los concesionados a que los ocupen o los recupere, como lo marca la ley, para entregarlos a otros comerciantes.
Ese sector de la ciudad también ha sido ocupado por comerciantes ambulantes que antes estaban en las inmediaciones del Parque Central, así como muchos nuevos.
La Danza de los Millones de Pesos.
Al concluir el sexenio pasado, a finales del 2012, había un padrón de comerciantes ambulantes en el primer cuadro de la ciudad en alrededor de 2 mil 800 personas. Se calcula que en poco más de cinco años, esa cifra se triplicó.
De acuerdo a lo que en ese entonces dieron a conocer funcionarios de la Tesorería Municipal, los inspectores cobraban uno a uno a los vendedores y reportaban, a esa dependencia, poco más de 2 millones de Pesos mensuales.
Sin embargo algo pasó, porque se dice que en este Ayuntamiento solamente se reportó el ingreso de 40 mil Pesos mensuales. ¿En dónde quedó el resto?
Hoy, independientemente del desborde del comercio informal en el primer cuadro de la ciudad, también apareció ambulantaje en parques, bulevares, áreas verdes, banquetas de hospitales, periferia de escuelas, en las entradas de la ciudad y en diversos espacios públicos.
Además, según comerciantes establecidos, se quintuplicó el número de máquinas tragamonedas -conocidos también como minicasinos- en el interior y calles aledañas de los mercados “San Juan” y “Sebastián Escobar”, de los que se cree pudieran estar generando a sus propietarios varios millones de Pesos mensuales.
Asimismo, dijo el líder el sector empresarial, reportaron que se han instalado comerciantes de puestos semifijos en zonas de alto riesgo, como lo ocurrido en la banqueta de la Planta Distribuidora de Gas, ubicada en la salida oriente de la ciudad, a un costado de la glorieta de Bonanza, donde a pesar de estar prohibido, los vendedores están a unos 5 metros de las bombas despachadoras.
En otro punto de la ciudad, sobre el boulevard Akishino, está el canal de agua de riego que nutre a las áreas de hortalizas del sur del municipio. En ese lugar fueron instalados infinidad de locales improvisados, como ocurrió también a un costado del fraccionamiento Solidaridad 2000, a la entrada de “Buenos Aires”, entre muchos otros.
Durante los tres primeros años del actual sexenio, se hizo una serie de acciones para erradicar el comercio ambulante frente al Hospital Regional, pero al cambio de administración municipal, se ha vuelto a invadir.
Se espera que, con el cambio de administración, se investiguen los montos de recaudación que hubo y a dónde fue a parar todo ese dinero, trabajo que le. EL ORBE / Raymundo Grajales/ Ildefonso Ochoa Argüello