El pase de 8 en la 41
Sin Obras “el Pelón”.
Tapachula, Chiapas; 6 de Agosto.- A diez meses de que fuera inaugurado por las autoridades del sexenio pasado, el aún alcalde de Tapachula, Oscar Gurría Penagos, “inauguró” de nuevo en la tarde de este martes el antiguo Palacio Municipal, habilitado como museo.
Como se recordará, el Gobierno que encabezó Enrique Peña Nieto (PRI), y la gestión del entonces senador por el Partido del Trabajo (PT), Zoé Robledo Aburto, canalizó 24 millones de Pesos para la rehabilitación de ese edificio.
También se obtuvo el apoyo económico de la administración estatal del exgobernador, Manuel Velasco Coello (PVEM).
En el acto de inauguración -la verídica- ocurrida el 28 de Septiembre del año pasado, se informó que ese lugar sería un espacio cultural para honrar la memoria histórica de la ciudad y representar un homenaje a las mujeres y hombres que construyeron la Perla del Soconusco.
Así también para reconocer la trayectoria y trascendencia de una ciudad orgullosamente mexicana, ubicada donde comienza la nación.
La remodelación empezó en Febrero del 2017. Sin embargo, ya se llevaban tres años en el proyecto, incluyendo los expedientes técnicos y la aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por ser patrimonio universal, además de la gestoría de los recursos.
A falta de mantenimiento, ese edificio fue clausurado durante varios años y permaneció así hasta finales del 2018, cuando fue inaugurado. Fue sometido a una restauración integral bajo la supervisión del propio Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
El objetivo era, precisamente, que fuera el Centro Cultural de Tapachula, que incluía una sala de exposiciones, biblioteca, auditorio, mediateca, cafetería, baños, jardines y elevador para personas con capacidades diferentes.
Así también, una sala de reuniones ejecutivas y una oficina gubernamental para eventos de muy alta relevancia. Ahí fue colocada la emblemática silla china y el resto del juego de sala que, a mediados del siglo pasado, donaron los orientales para que fuera utilizado por los alcaldes en turno.
El proyecto fue ideado para que ese Centro Cultural fuera autosuficiente y que, por lo mismo, contara con una administración autónoma que les diera mantenimiento y cuidado permanente a las instalaciones. Además, de que tuviera voluntad de preservar ese sitio, ícono de Tapachula y de la arquitectura mexicana.
Ahora, Gurría justificó el nuevo corte del listón diciendo que el Ayuntamiento invirtió más de un millón de Pesos en arreglar varios defectos, como filtraciones de agua.
Se desconocen los motivos que tuvo el Alcalde para no solicitar que se utilizaran los fondos de garantía o la fianza que debió depositar la empresa constructora, porque está dentro del plazo que marca la ley para hacerlo.
Tampoco se sabe cómo le hizo para hacer esa inversión, si Robledo Aburto requirió de varios años para obtener los permisos de hacer las reparaciones al tratarse de un patrimonio cultural de la humanidad, eso significa que no lo puede arreglar cualquier albañil.
Incluso, los costos de las rehabilitaciones del año pasado fueron altas porque se requirieron restauradores para ello.
También llama la atención que existan fugas de agua, cuando la loza fue restaurada por completo, al igual que el reloj.
El edificio original fue construido en el centro de la ciudad entre 1926 y 1930, y se inauguró el 15 de Septiembre de ese año. Hubo también otras dos rehabilitaciones parciales. La primera en 1992 y la otra en 2004.
Esta no es la primera vez que Oscar Gurría y acompañantes “inauguran” obras de administraciones pasadas. Por ejemplo, en Noviembre del año pasado lo hizo en Pavencul, en una infraestructura del anterior gobierno y después lo hizo con las casetas de vigilancia, entre otros. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello
