Tapachula, Chiapas; 15 de Febrero.- El proyecto de convertir en un moderno parque recreativo las viejas instalaciones de la Terminal de Abastecimiento y Reparto (TAR) de Petróleos Mexicanos (PEMEX), ubicada en la 4ª Avenida Sur, ha quedado olvidado.
Las protestas de la población evitaron que el año pasado ese lugar fuera convertido en un albergue para las caravanas de migrantes, pero tampoco se hizo algo más.
Con el fracaso de esa intentona de utilizar las instalaciones de la TAR para la atención y beneficio de los migrantes, quedó sepultado el desarrollo de ese sector de la ciudad.
Ahora, es un sector olvidado que se ve reflejado en grandes montarrales y calles destrozadas de las áreas circunvecinas.
Hasta finales del 2018, hace menos de año y medio, ese lugar estaba siendo promovido, junto con las instalaciones conjuntas de DICONSA, para la construcción de un parque icónico de Tapachula, con grandes áreas recreativas y comerciales.
La reubicación de la TAR hacia sus modernas instalaciones en Puerto Chiapas, donde se invirtieron cerca de 800 millones de Pesos fue el resultado de la lucha permanente de los tapachultecos durante más de dos décadas.
Durante todos esos años hubo infinidad de protestas, marchas, bloqueos carreteros y de calles, tomas de edificios públicos, plantones, manifiestos en medios de comunicación, intervenciones en las tribunas de los Congresos estatal y federal, además de clausuras simbólicas.
Nunca antes los tapachultecos se unieron tanto para un mismo fin, que el luchar para recuperar esos terrenos para el desarrollo del municipio, pero todo quedó en promesas.
A diferencia de años anteriores, cuando los Senadores, Diputados federales y locales, y otros representantes sociales se unieron con la sociedad para defender el patrimonio de la comunidad, ahora los legisladores se preocupan por defender los derechos humanos de los indocumentados.
Elías Cárdenas Ramírez, vecino de ese lugar, dijo en entrevista para este rotativo que en ese sector ha habido demasiados asaltos.
Recordó el proyecto del parque que se anunció sería construido ahí, “pero, por lo pronto, está abandonado y por eso las autoridades deberán de intervenir para rescatarlo”.
La oscuridad en esa zona lo hace mucho más peligroso, sobre todo en las noches, donde asegura, ha habido infinidad de asaltos.
La soledad y la falta de alumbrado público no solo es aprovechada por los delincuentes, sino también personas inconscientes que llegan a tirar basura y hasta animales muertos, provocando serios problemas de contaminación.
Reconoció que las autoridades no han hecho nada para atender los problemas de quienes viven en ese lugar o de las personas, como cientos de estudiantes que se ven obligados a transitar todos los días en ese lugar.
Por lo mismo, según relató, los vecinos y algunos religiosos han unido esfuerzos para cortar el monte, pero que sus esfuerzos no han sido suficientes.
Se cree que ya habían recursos suficientes para empezar el proyecto del parque, pero se desconoce qué destino tuvieron. EL ORBE/Ildefonso Ochoa Argüello