Tapachula, Chiapas; 31 de mayo. – Poco más de cien fotógrafos y decenas de salones en la ciudad tuvieron que cancelar infinidad de eventos en los últimos tres meses por la contingencia del COVID-19, incluso, devolver los anticipos que habían recibido.
Isabel Meda, profesional de la fotografía, narró a EL ORBE que ese gremio está atravesando una temporada muy difícil, puesto que se cerraron todos sus medios y fuentes de trabajo por la misma situación de la enfermedad que se vive en el país.
De acuerdo a su explicación, en el municipio existen poco más de cien fotógrafos laborando de manera informal, que prácticamente viven de lo social, como son quince años, bautizos, bodas, eventos en las iglesias, fotos de graduación, entre otros.
Todo eso, según detalló, es la base de sustentó para el fotógrafo, “y por ello nos estamos reuniendo para solicitar un apoyo al gobierno, al no contar con los requisitos que exige el gobierno federal para otorgar los créditos para los pequeños empresarios”.
Aún cuando los fotógrafos trabajan todo el año, en esta temporada de graduaciones -con tres o cuatro meses previos a la fecha- visitan escuelas y realizan los contratos con anticipos del 50 por ciento, que los obliga al cumplimiento.
Ese dinero, por lo general, sirve para la compra de marcos, impresiones o algún otro material que se utilice en la elaboración de los trabajos convenidos con los clientes.
Pero ahora han tenido que devolver esos recursos, debido a que los eventos sociales fueron cancelados por la contingencia, así como los salones en donde se llevarían a cabo.
Reconoció que son uno de los sectores más vulnerables al no contar con un producto que ofrecer como los comerciantes del centro.
“Nosotros brindamos un servicio que en estos momentos no podemos dar. Por ello estamos solicitando al gobierno federal el apoyo para sobrevivir”, acotó. EL ORBE / Enrique Salazar